MSI MAG Z790 TOMAHAWK WIFI Review
MSI comercializa varias gamas de placas base siendo las MAG los modelos de gama de entrada a cada chipset y plataforma. La dentro de esta gama las Tomahawk son modelos intermedios y en esta review estamos delante de una placa base solvente que además podemos encontrar tanto para memorias DDR4 como DDR5. Nuestro análisis es sobre el modelo basado en memoria DDR5 de la MSI MAG Z790 TOMAHAWK WIFI, pero no deberíais encontrar grandes diferencias en el modelo basado en memoria DDR4.
Con un precio de unos 270 euros esta placa base viene equipado con todo lo que esperamos de una placa base Intel de última generación y además viene también con todas esas prestaciones integradas que esperamos de cualquier placa base moderna incluida conectividad Ethernet y Wifi de última generación. Un modelo por otro lado sencilla, donde pagamos exactamente por lo que necesitamos que es el tipo de producto que a mí personalmente me gusta.
El Z790 es el chipset diseñado para dar vida a los últimos procesadores de Intel, incluidos los K de decimotercera generación que son los que nos permite realizar overclock mediante el apoyo del multiplicador liberado del procesador. También es el modelo de Intel que más líneas PCI Express proporciona, aunque en este sentido no hay mucho cambio con respecto a los modelos de la anterior generación.
Características técnicas de la MSI MAG Z790 TOMAHAWK WIFI
- Socket: AM5 LGA1700
- Chipset: Intel Z790
- Memoria: 4x DIMM DDR5 hasta 7200+ Intel XMP 3.0
- Almacenamiento SATA: 6 x 6Gbps RAID 0, 1, 10
- Almacenamiento PCIe: 1x M.2 2280 Socket3 PCI Express 4.0 4x (procesador). 3x M.2 2280 Socket3 PCI Express 4.0 4x
- Slots: 1x16x PCI Express 5.0, 1x PCI Express 4.0 formato 16x (enlace máximo 4x)
- DSP de sonido: Realtek ALC4080
- Configuración de alimentación: 20+1 fases, VRM Digital, doble entrada EPS 8 contactos.
- Otros: Iluminación ARGB, Conectividad USB 3.2 Gen2x2 20Gbps USB-C con carga rapida, HDMI 1.4, Displayport 1.4, Ethernet 2.5GbE, Wifi-6E
Las mejoras de hecho son mínimas, apenas con algunos cambios en la conectividad USB. Es prácticamente el mismo chipset que el Z690 que también puede dar vida a los procesadores LGA1700 con una simple actualización de bios.
Mejora ligeramente la conectividad USB 3.2 con capacidad para hasta 5 puertos de 20Gbps cuando el modelo anterior tenía capacidad para hasta 4 de estos conectores. La otra diferencia fundamental, más proporcionada por el procesador que por el propio chipset, es el soporte para unidades de almacenamiento PCI Express 5.0 que encontramos en esta generación de procesadores y chipsets a diferencia de los Core de duodécima generación basados en la sexta generación de chipsets de Intel.
El chipset Z790 de Intel es la nueva punta de lanza, aunque el Z690 es probable que se siga vendiendo en ciertos modelos de placas base o al menos hasta que los fabricantes puedas quitarse el stock. Le siguen otros modelos alternativos como el H770, o el B670, pero no encontraremos renovación en la gama ya que Intel considera que queda adecuadamente cubierta con el H610 y sinceramente yo coincido con Intel puesto que este tipo de chipset tiene un objetivo de montaje e integración muy claro, que no es otro que el de dar soporte a procesadores baratos donde realmente no se buscan otras tecnologías de almacenamiento o conectivas excepcionales más allá de las aportadas por el propio procesador, que ya son bastantes para un sistema moderno.
El chipset Z790 hereda las capacidades de conectividad renovadas del Z690 y las potencia en la conectividad USB, aunque de forma ligera. Como su hermano menor adopta el PCI Express 4.0 como base conectiva para la comunicación con componentes añadidos y con el propio procesador gracias al interfaz DMI 4.0 de 8x que comunica con estos nuevos procesadores de decimotercera generación, así como también para los anteriores Alder Lake-S de duodécima generación. Son un total de 128GT/s de ancho de banda, el doble que la quinta generación de chipsets de Intel, que ya doblaba a la cuarta.
El Intel Z790 dispone de hasta 12 líneas PCI Express 4.0 que puede distribuir, a su vez, en 16 líneas PCI Express 3.0. Cuatro se usan para el interfaz DMI 4.0 así que las que nos quedan son 8 que la integración puede usar a placer. Esto significa doblar también las capacidades conectivas y de ampliación de la generación Z590 y como en este chipset, la máxima configuración de enlace es de 4x.
La conectividad USB se mantiene de la misma forma que ya disfrutaba el Z690, así como el soporte para interfaces de audio y red, con soporte directo para redes de 2.5GbE o Wifi-6E. En cuanto al número total de puertos USB son 14, como la generación anterior, con la única diferencia que suma un posible puerto de 20Gbps pasando de cuatro puertos hasta cinco de tipo USB 3.2 Gen2 2x2 de 20Gbps, hasta 10 puertos USB 3.2 Gen2 2x1 de 10Gbps (esto sigue igual) y hasta 10 puertos USB 3.2 Gen1 de 5Gbps (más de lo mismo).
El soporte de legado añade hasta 14 puertos USB 2.0. Todo esto dependerá de la forma en la que el integrador gestiones la conectividad disponible, no encontraremos en el mercado, seguramente, ninguna placa que dedique todo su potencial a tener solo cinco puertos USB-C de 20Gbps, de hecho, no encontrareis sistema en las tiendas, ni montados ni placas base para personalizar que usen este tipo de configuración tan radical.
En cuanto a la conectividad de almacenamiento, sigue igual, el Z790 soporta hasta 8 puertos SATA, con modos RAID 0, 1, 5 y 10 con soporte tanto para PCI Express y SATA. Esto significa que tendremos un soporte para específico para montar unidades lógicas complejas tanto en los puertos SATA como en las diferentes unidades PCI Express.
A todo esto, hay que sumar la capacidad intrínseca de los nuevos procesadores para proporcionar su propia conectividad PCI Express, que es notable. El chipset sí que nos dará soporte para, por ejemplo, dar cabida a los interfaces PCI Express 5.0 de los que son capaces estos nuevos procesadores de Intel tanto para tarjetas de ampliación (futuras tarjetas gráficas o de almacenamiento) como unidades M.2 de nueva generación, que ya empezamos a ver en las tiendas y que probaremos en próximos días.
Uno de los pocos puntos donde esta placa base recorta prestaciones sobre otros modelos de gama más elevada de MSI está en el almacenamiento. No cuenta con puerto M.2 preparado para unidades de almacenamiento PCI Express 5.0 así que toda la capacidad de almacenamiento masivo de alta velocidad queda restringido a las actuales unidades PCI Express 4.0 sin opción a aprovechar las prestaciones de las unidades de nueva generación que ya comienzan a llegar al mercado.
En esta placa base podemos instalar hasta cuatro unidades de almacenamiento PCI Express 4.0. Una de ellas, la principal, con largos soportados de hasta 110mm y disipador independiente, esta soportada directamente por el procesador con cuatro líneas PCI Express 4.0 disponibles. El slot incluye cierre rápido y un disipador equipado con “Thermal pads” de alta conductividad de calor. Es perfecto para unidades de alto rendimiento pudiendo mantener sus prestaciones más adecuadas en el tiempo.
El chipset nos proporciona otros tres puertos de almacenamiento en formato M.2. Dos de ellos combinados en un único disipador y con opción para instalar unidades de 42, 60 y 80mm en uno de ellos y de 60 y 80mm en el otro. El M2_2 permite enlaces PCI Express 4.0 de hasta 4x y el M2_3 permite la misma capacidad PCI Express, pero también soporta unidades SATA.
Separado, en otro disipador, todas las unidades cuentan con su propio disipador, nos encontramos con su slot M2_4 también con capacidad PCI Express 4.0 y soporte para unidades 2280, 2260 y 2242. El sistema de almacenamiento también incluye SATA y soporte RAID.
Soporta hasta 7 unidades SATA, seis de ellas posicionadas donde esperamos, de forma perpendicular en el lateral derecho de la placa, y uno “extra” cerca del conector del panel frontal y USB en el extremo inferior de la placa. Los dos primeros slots son proporcionados por un chipset adicional al Intel así que no soportan modo RAID, pero los otros cinco si, tenemos opción hasta RAID 5 y 10, también en las unidades M.2 NVMe.
El único punto débil de almacenamiento de este modelo es el M.2 PCI Express 5.0 que quizás podamos echar de menos en el futuro, pero no hay placas base por este precio, ni similares, que lo soporten. Su integración requiere de PCBs aún más elaborados y está claro que los fabricantes quieren cobrar un plus por ello tanto en plataforma Intel como AMD.
La capacidad de ampliación de esta placa base también es limitada, pero creo que hoy en día su configuración es más que suficiente. Solo cuenta con tres slots, dos de ellos con formato PCI Express 16x, pero con prestaciones muy diferentes, que se complementan con un slot 1x con interfaz PCI Express 3.0 que nos puede dar servicio a pequeñas tarjetas de ampliación como puertos Ethernet o USB adicionales.
El tercer slot, con formato PCI Express 16x está limitado a enlaces 4x con capacidad PCI Express 4.0 y esta soportado por el chipset de la placa base. El principal es el único soportado directamente por el procesador y es que nos ofrecerá el verdadero potencial conectivo de las dos últimas generaciones de procesadores Intel con socket LGA1700.
Este slot principal, con formato PCI Express 16x, nos permite conectividad PCI Express 5.0 y cualquier otro formato anterior, completamente compatible con cualquier tarjeta gráfica o tarjeta de almacenamiento actual. MSI ha puesto mucho cariño en este slot con un sistema de montaje en superficie que mejora la señal PCI Express 5.0, le ha añadido una coraza metálica para evitar daños y ha usado soldaduras pesadas para mejorar la solidez del montaje.
Todo preparado para gráficas y tarjetas de almacenamiento de última generación, muchas de las cuales aún ni siquiera se han diseñado y con capacidad para ofrecer hasta 128GBps de ancho de banda, el doble que el PCI Express 4.0.
En esta placa base podemos montar hasta 128GB de memoria RAM DDR5 en cuatro bancos y cuádruple canal de 32-Bit, los 128-Bit habituales en DDR4, y esta nueva generación de procesadores soporta oficialmente memorias más rápidas, de hasta 5600MHz en DDR5 que se suman a la capacidad particular de hasta 7200MHz, con OC, de esta placa base.
La conectividad USB tampoco tiene nada que envidiar a las mejores placas base del mercado salvo por la incorporación del Thunderbolt 4 que sin duda tiene un uso muy residual en sistemas sobremesa como los que usaran esta placa base. Aparte de esto, no le falta detalle ni en potencia ni en cantidad.
En el frontal podemos encontrar cuatro puertos USB 2.0, con los habituales conectores de pines para frontal de caja u otros componentes internos. En el frontal también encontraremos soporte para dos conectores USB 3.2 Gen1 de 5Gbps y un conector USB-C USB 3.2 Gen2 con capacidad para velocidades de hasta 10Gbps.
La zona de conectores trasera concentra hasta 10 conectores USB. Cuatro de ellos son USB 3.2 Gen1 de 5Gbps en formato tipo A, otros cuatro mantienen el formato tipo A, pero elevan la velocidad a USB 3.2 Gen2 10Gbps. Adicionalmente se proporcionan dos puertos USB-C, uno de ellos con velocidad de hasta 10Gbps y el otro con hasta 20Gbps de ancho de banda. Como veis no tenemos carencias ni en calidad, ni en diversidad ni en cantidad de puertos USB.
MSI completa la capacidad conectiva de esta placa base añadiendo un interfaz Ethernet Intel 226v con velocidades de hasta 2.5GbE, capaz también de negociar velocidades de acceso inferiores. La conectividad Wifi también es de gran calidad con un chipset Wifi-6E con velocidades de hasta 2.4GHz, ancho de banda disponible de 160MHz, y velocidades de acceso de hasta 2.4Gbps en triple banda de hasta 6GHz. El soporte es completamente universal pudiendo conectar con puntos de acceso más antiguos y se combina con soporte para Bluetooth 5.3 en el mismo chipset.
Otros conectores integrados en esta placa base son sus ocho conectores para ventiladores (uno de ellos especialmente diseñado para bombas de impulsión y otro para CPU), con control inteligente de los mismos, o también sus tres conectores para iluminación ARGB (Addressable RGB) que se complementan bien con un conector RGB estándar para accesorios de iluminación menos recientes. Añade también soporte para tarjetas añadidas con soporte Thunderbolt por si lo queremos como ampliación de las capacidades conectivas de la placa.
Tiene también capacidad para modulo TPM por hardware, aunque con los procesadores más recientes, donde por supuesto se incluyen los de última generación de Intel, no es absolutamente necesario y el soporte para Windows 11 está más que garantizado.
La MSI MAG Z790 TOMAHAWK WIFI es una placa base sencilla pero bien formada con una distribución adecuada para disfrutar de un montaje sencillo, donde todo es muy accesible y todo esta donde esperamos que este, pero también muy adecuado para montaje de componentes grandes como tarjetas gráficas de varios slots de altura o disipadores convencionales de gran tamaño que reduzcan el ruido de nuestro sistema potenciando su refrigeración.
Los conectores están todos donde nuestra caja y fuente de alimentación espera que los encontremos y se distribuyen bien otros conectores clave como los de ventilador para que podamos gestionar el cableado de la forma más eficiente posible. Es una placa base de PCB completamente negro, con elementos en gris en algunos disipadores y detalles, pero básicamente es completamente negra. Diseño bonito con buenos acabados en los disipadores de chipset, sistema de alimentación y unidades de almacenamiento.
Otro detalle que esperamos ya de serie en placas base de cierta gama es el cubre slot trasero completamente integrado y como no podía ser de otra manera, este modelo lo incorpora también. Buenos acabados tanto en las formas como en los materiales incluyendo un PCB de grado servidor (6 capas) necesario sin duda para mantener las exigencias de estabilidad de señal que requieren interfaces de alta velocidad como el PCI Express 4.0 y 5.0 que se incluyen en este modelo.
El sistema de alimentación no es el más elaborado de la gama actual de placas base Intel de MSI, pero es versátil y está cuidado para que podamos sacar partido al procesador y a memorias de alto rendimiento con perfiles XMP agresivos. Cuenta con 16 fases en espejo (son 8 fases multiplicadas) con una fase independiente para GT y otra fase independiente auxiliar. Las fases principales con diseño y controlador digital soportan hasta 90A SPS de entrada de potencia gracias al uso combinado de dos conectores EPS 12v desde la fuente de alimentación. El sistema de alimentación se soporta por disipadores metálicos reales, con “thermal pads” de alta calidad para mejorar la transferencia, para un desempeño adecuado en cargas elevadas sostenidas en el tiempo.
Si que echo de menos algunos controles adicionales en placa, como el encendido, y también falta un sistema POST que nos de algo de información de diagnóstico. Es casi por ponerle alguna pega porque cierto es que tiene un sistema de leds que podemos leer para identificar pequeños problemas en el arranque de los diferentes componentes.
La tarjeta de sonido de este modelo cumple con el expediente gracias al uso de un DSP Realtek ALC4080 bastante solvente, pero sin grandes prestaciones añadidas. MSI echa mano de su tecnología Audio Boost 5 que combina códecs de software y un sistema de fabricación experimentado que combina componentes de calidad y un diseño inteligente para conseguir un sonido de calidad que no sobresaliente.
Esta tecnología incluye el uso de un PCB independiente y aislado con canales diferenciados en las diferentes capas del PCB además de capacitadores de alta calidad y especializados para sistemas HiFi Chemicon dorados que es sin duda de lo mejor en capacitadores de audio de factura nipona.
MSI también cuida los conectores analógicos con soporte para sistemas de audio 7.1 e incluye un conector SPDIF para receptores digitales con conectividad óptica. Todo el sistema incluye un buen paquete de software y otros elementos siempre interesantes como un sistema “anti-pop” para evitar esos desagradables sonidos cuando extraemos un conector analógico.
Echamos de menos un amplificador de calidad así que tendremos que conformarnos con las prestaciones que ofrece el chipset ALC4080 de Realtek que está conectado al sistema mediante USB. Tiene capacidades interesantes como la capacidad para reproducir muestras de sonido de hasta 192KHz con una resolución de hasta 32-Bit.
El paquete de software con el que MSI equipa esta placa base incluye dos elementos fundamentales. Por un lado, su bios Click Bios 5 que es ya un clásico gracias a su accesibilidad combinada con elementos avanzados para usuarios que quieran parametrizar al detalle el funcionamiento de su sistema.
Click Bios V nos permite configurar con un solo clic los diferentes perfiles XMP de nuestra memoria, también permite crear nuevos gracias al soporte de XMP 3.0 en módulos DDR5 de última generación. Permite también hacer ajustes rápidos para mejorar el rendimiento de la CPU gracias a la tecnología Game Boost que sacara aún mejor partido de las prestaciones Turbo de nuestro procesador ajustando otros subsistemas como la refrigeración, voltaje, buses inferiores, etc.
Cuenta también con un potente gestor de refrigeración que nos permitirá controlar los 8 conectores de ventilador a placer con ajuste PWM o DC, ajuste de curva en base a los diferentes sensores de temperatura del sistema, etc. La bios también es un portento a la hora de ofrecer opciones de overclock y otros ajustes de rendimiento tanto de acceso rápido, como cambios de multiplicador tanto para los núcleos P como E, y otros más avanzados de ajuste de reloj de cada bus, latencias de memorias, optimización del sistema dependiendo del tipo de refrigeración instalada, etc.
Esta bios grafica tan potente se complementa con un ecosistema de software que en el caso de MSI abarca todos sus componentes inteligentes más extendidos como placas base, tarjetas gráficas, fuentes de alimentación, sistemas de refrigeración, etc. MSI Center nos permite personalizar las diferentes utilidades en base a perfiles de uso, monitoriza todo el sistema, nos permite centralizar la gestión de iluminación RGB, nos vigila la vigencia de nuestros diferentes drivers y aplicaciones.
Entre las utilidades que podemos instalar encontramos el propio ajuste de rendimiento del sistema, en perfiles predefinidos o ajuste completamente manual, supercargador para puertos USB, aceleración de medios de almacenamiento SSD y USB, buscador de imágenes mediante IA, etc.
Todas las placas base de la gama MAG Tomahawk de MSI que hemos probado en los últimos años me han dejado buen sabor de boca. Son buenas placas base, con precios ajustados y diseños de calidad situados en un perfil medio muy recomendable. Este modelo sigue esta tendencia con unos acabados de calidad, buena capacidad de almacenamiento, conectividad de red de última generación y todo lo necesario para montar un PC de altas prestaciones.
Tiene algunas carencias, sin duda, tanto de elementos accesorios como botones en placa, mejor monitorización, algunas tecnologías como el USB 4.0 que sin duda son bastante secundarias. La que no es tan secundaria, sobre todo ahora que empiezan a llegar unidades al mercado, es la falta de capacidad para unidades de almacenamiento PCI Express 5.0. Esto es algo que no podremos compensar de ningún modo así que no podremos montar un PC de máximas prestaciones según los estándares actuales.
Dicho esto, creo que tampoco el PCI Express 5.0 en almacenamiento vaya a ser un cambio radical en nuestra experiencia delante de nuestro ordenador, pero es algo que debemos tener en cuenta si en nuestra cabeza está el poder instalar estas unidades ahora o en un futuro próximo.