Intel Core i7 Extreme. Más overclocking para usuarios exigentes
por Javier Rodríguez Actualizado: 25/05/2021 ...Introducción
Introducción. Este tipo de procesadores siempre levantan muchas expectativas ya que se trata del mayor exponente en cada momento de lo que puede ofrecernos un fabricante en concreto. En este caso Intel apuesta por mejorar el proceso de fabricación de sus Core i7 para potenciar por un lado las frecuencias base del procesador y por el otro darnos un sistema añadido para mejorar el rendimiento de nuestro procesador mediante un overclocking seguro, sencillo, rápido y muy eficiente. El nuevo Core i7 Extreme 975 es el mejor exponente del nuevo step D0 de estos procesadores y es la mejor forma de conocer su potencial. Core i7 Extreme 975. Características. De este procesador podemos esperar las mismas prestaciones generales que encontramos en cualquier Core i7 salvo que tiene dos añadidos: la frecuencia de fábrica, que es la más elevada de Intel en esta gama, y por otro lado que no tiene un multiplicador máximo definido de fábrica, podemos usar el que queramos. Por estas dos características deberemos pagar casi cuatro veces más que por un Core i7 920, que cuesta unos 230-250 Euros, siendo este el de gama más baja del core i7 y disponiendo también ya de la nueva revisión del núcleo que los hace un poco más receptivos al overclocking.
Como todos los core i7 de la serie 9 este procesador es un cuatro núcleos nativo que dispone de Hyperthreading. Esto le permite procesar hasta ocho “threads” o hilos de proceso de forma simultánea. También es el primer procesador de Intel que dispone de una controladora de memoria integrada en el “die” con el añadido de que además es la primera controladora de triple canal DDR3 que se incorpora a un procesador doméstico. Todos los Core i7 actuales están fabricados mediante un proceso de 45nm y todos tienen un TDP aproximado de 130W. Disponen de 512KB de cache de segundo nivel para cada núcleo y comparten 8MB de cache de tercer nivel entre los cuatro núcleos. Todos ellos tienen unos 731 millones de transistores. La forma en que el Core i7 trabaja con sus buses es diferente a la de un Core 2 pero la base de su frecuencia de trabajo es la misma. Dispone de un bus interno, de 133MHz, y un multiplicador que es el que define la frecuencia final. En el caso del Core i7 975 esta frecuencia la define su bus de 133MHz y un multiplicador de 25x.
Otro de los elementos que define a estos procesadores es que dispone de una función conocida como Turboboost que permite al procesador utilizar multiplicadores superiores para el núcleo principal cuando el resto no están trabajando. Esto facilita más potencia para esa gran cantidad de aplicaciones que no son capaces de aprovechar la capacidad de proceso paralelo de este procesador. Así un core i7 975 puede usar frecuencias de 3500-3600MHz de forma automática sin intervención del usuario. Pero lo mejor es que podemos eliminar este límite, solo en este procesador y en su hermano el 965, para usar el multiplicador que creamos oportuno. Podemos por ejemplo forzar al procesador a usar un multiplicador de 30x para alcanzar los 4GHz sin tener que forzar ningún tipo de bus del sistema. Luego estableceremos la memoria a la frecuencia que soporten y tendremos un procesador de cuatro núcleos con 8 threads a 4GHz con 0 problemas.
Nuestro overclocking del core i7 975
Nuestro overclocking del core i7 975. Este procesador es el modelo más caro de procesador domestico del mercado. Son unos 1000€ que nos facilitan las cosas pero que poca penetración tiene en el mercado domestico real. No mucha gente tiene el potencial, ni las ganas, de gastar este dineral en un procesador por lo que nosotros hemos centrado nuestros esfuerzos de análisis en ver en qué se diferencian estos procesadores de revisión D0 frente a los de revisión C0/C1 que son los Core i7 que salieron originalmente en Noviembre del año pasado. Actualmente podemos acceder a esta nueva revisión en cualquier tienda gracias a que el Core i7 920 ha sido el primero en actualizarse. La ventaja de los Core i7 es que su bus interno es de frecuencia reducida por lo que todos los modelos disponen de un multiplicador elevado. En el caso del 920 es de 20x pero también hay que contar con que este procesador dispone de Turboboost así que podemos, mediante la bios adecuada, “desbloquear” el procesador para usar multiplicadores de 21 e incluso 22x. Si a esto le sumamos que cualquier Core i7 puede trabajar a buses internos de mínimo de 200MHz entonces los 4GHz son fácilmente alcanzables teniendo los conocimientos y el procesador adecuado.
El 975 se queda entonces para soluciones de integradores que quieran ofrecer altos niveles de overclocking a sus usuarios pero no quieren complicaciones añadidas de forzar elementos que al fin y al cabo pueden producir problemas a corto, medio o largo plazo. El core i7 975 se convierte entonces en una solución de overclocking para integración de maquinas de alto rendimiento y altos precios de las que cualquier usuario con cierta experiencia en overclocking puede prescindir con tranquilidad siempre y cuando sus objetivos sean una maquina de uso permanente y no el batir algún que otro record con sistemas de refrigeración poco habituales. Nuestro objetivo es alcanzar un overclocking de calidad que nos ofrezca una potencia elevada dentro de los parámetros que podríamos tener con un Core i7 920 de núcleo D0. Para ello deberemos mantenernos dentro de un multiplicador de 20 o 21x y trabajar con los diferentes buses, voltajes y ajustes para conseguir un overclocking estable. Algo que caracteriza a los núcleos D0 del Core i7 es que aunque tienen el mismo consumo aproximado las optimizaciones en su producción permiten que alcancen mayores frecuencias con voltajes más ajustados. Es fácil encontrar estos procesadores trabajando a más de 4GHz con voltajes que no superan los 1.35v. De hecho sus especificaciones de voltaje variable aceptan estos voltajes como naturales para el procesador por lo que su comportamiento es perfecto. Si queremos ir un poco mas allá quizás tengáis que seguir hasta los 1.4v pero con la refrigeración adecuada no tendréis problemas.
Nuestra configuración
Nuestra configuración. Hemos montado este procesador en una de nuestras maquinas normales, de trabajo y juego, donde anteriormente teníamos un Core i7 965, también Extreme, que nunca ha dado los resultados esperados. Actualmente trabajaba a una frecuencia de 3.9GHz, sin problemas, pero con cierto regusto amargo ya que cualquier procesador Core i7 920, sin necesidad de ser D0, puede con esta frecuencia y mas en estas mismas circunstancias. En este equipo del que hablo montamos una placa base DFI T3eH8 que está precisamente especializada en trabajar con procesadores de bajo presupuesto donde se requieran buses interesantes para lograr grandes objetivos. De hecho pienso que una de las razones de que el 965 nunca se haya comportado adecuadamente es precisamente porque esta placa no se concibió para dar un buen soporte a este procesador más amigo de los multiplicadores altos que de trabajar con buses elevados.
Para acompañarla utilizamos 6GB de memoria DDR3 OCZ con perfiles XMS de Intel en configuración de triple canal. Son memorias DDR3 1600 que ofrecen unos anchos de banda, según pruebas sintéticas, de unos 28GB/s. El sistema de almacenamiento pasa por un sistema RAID de dos discos mecánicos de 1.5TB. En realidad monta tres discos pero la limitación de las controladoras Intel para dos sistemas RAID con máximo de 2TB por RAID nos llevo a limitar el RAID a dos de los tres discos y usar el otro “suelto” para backups y almacenamiento vario. La alimentación viene proporcionada por una de las fuentes de alimentación más masivas del mercado. Se trata de una PC Power & Cooling Turbocool de 1200W con capacidad para sistemas de triple y cuádruple SLI. De hecho esta fuente se eligió para dar soporte a diferentes sistemas gráficos que se han ido analizando en esta máquina. Actualmente equipamos un clásico pero potente sistema Quad-SLI de dos tarjetas 9800GX2 que actualmente equivaldría a montar 4 tarjetas GTS 250 en paralelo.
Todo se monto en una caja de grandes dimensiones, la Spedo Advanced Package de Thermaltake, sin modificaciones en su refrigeración base y acompañada en la tarea de “refrescar” al procesador con una edición especial del Noctua NH-U12P con doble ventilador. Sin duda uno de los mejores disipadores convencionales para este tipo de procesadores.
Nuestros resultados
Nuestros resultados. Si queremos aprovechar nuestro nuevo procesador Core i7 deberemos partir de una frecuencia de reloj de procesador de 200MHz. Con esta frecuencia de bus y un multiplicador bajo podremos superar los 4GHz con toda la facilidad que nuestro procesador nos proporcione. Lo que si hay que tener muy claro es que no todos los procesadores son iguales y que Intel cuida mucho las partes de las obleas de donde escoge sus procesadores Extreme así que es fácil que haya diferencias de capacidad de overclocking, que aunque normalmente no compensaran la diferencia de precio, podrán dar ventaja a estos procesadores escogidos entre los mejores. Todo depende de nuestros objetivos. Si buscamos frecuencias de entre 4.2 y 4.4GHz, que no está nada mal para este procesador, podremos optar con cierta tranquilidad por ahorrarnos unos cuantos euros comprando el Core i7 920 adecuado. Con 250€ y un poco de suerte podemos tener un procesador de altísimo rendimiento.
Nosotros hemos partido de esa base reduciendo el multiplicador del Core i7 975 de 25 a 21 que es lo que podremos optar en un 920 cualquiera. Ahora es cuestión de aumentar el bus interno del procesador a 200MHz, o más, y ajustar otros buses como el Quickpath interconnect a frecuencias dentro de la capacidad normal del procesador para evitar cualquier tipo de inestabilidad. Controlando estos parámetros trabajar a 200MHz, o un poco más, es más que factible y fácil de alcanzar con voltajes bastante normales. Luego es cuestión de ajustar la frecuencia de la memoria a parámetros también aceptables por estas y disfrutar de todo el potencial que ofrece este procesador a dichas frecuencias. En nuestro caso alcanzamos los 4.3GHz con un voltaje de CPU de 1.425v usando un multiplicador de 21x con un bus interno de 205MHz. Las memorias, para evitar problemas, las dejamos a una frecuencia de 1600MHz con un voltaje de 1.71v que compensamos aumentando otros voltajes como podéis ver en las siguientes capturas de nuestra bios.
Nuestro sistema de refrigeración, completamente convencional, se hace cargo perfectamente de este procesador a esta frecuencia con unos resultados excelentes. Si sumamos a la ecuación nuestro viejo pero todavía potente QuadSLI conseguimos un PC con unos niveles de rendimiento de lo más atractivos.
Pruebas de rendimiento
Pruebas de rendimiento. Hemos comprobado las prestaciones de este procesador a 4.3GHz con algunos programas característicos. Estos son los resultados a los que hemos llegado.
Análisis y Conclusión
Análisis y Conclusión. Sin duda el Core i7 975 es el sueño de cualquier aficionado al overclocking pero su precio casi lo aleja mas de su publico directo a uno con menos conocimientos al que no le importe pagar mas por conseguir simplemente un nombre dentro de su ordenador. Del 975 hay que destacar su revisión D0, que hace bastante con respecto a la antigua generación, y sabiendo que otros procesadores de la gama, como el 920 o el 950, ya montan también esta revisión del núcleo podremos acceder a estos niveles de overclocking con refrigeración convencional sin mas problema que saber aprovechar la capacidad de estos procesadores para trabajar con frecuencias de bus cercanas o superiores a los 200MHz BCLK. Con eso y un poco de paciencia cualquier Core i7 D0 nos dará los resultados de este procesador de 1000€ como ya hicieran el 920 de revisión C0/C1 con el también carísimo Core i 965. Así que el Core i7 Extreme seguirá siendo un procesador para sibaritas que compran ordenadores de marca con precios desorbitados y mucho marketing detrás. El resto seguiremos apostando por soluciones mas económicas que nos den el mismo resultado sin tanto bombo y platillo.
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