Los sistemas operativos son una pieza esencial de software para todos y cada uno de los equipos que funcionan hoy en día. Desde ordenadores a smartphones, consolas o termostatos inteligentes, la gran mayoría de los dispositivos que utilizamos a diario cuentan con algún tipo de sistema operativo, donde los más famosos son Windows, distribuciones de Linux, o los sistemas propietarios de Apple basados en el Darwin Kernel, como serían macOS, iOS o TvOS.
Si bien todos son importantes, precisamente Linux, el sistema con menor cuota de mercado en escritorio de los tres, y el único Open Source de los tres, es uno de los sistemas más interesantes precisamente fuera de los equipos de escritorio. Hemos de tener en cuenta que la gran mayoría de servidores del mundo funcionan sobre algún tipo de distribución de Linux específica para servidores, algo que ha hecho que se gane a pulso el ser un estándar de facto cuando hablamos de servidores.
Asimismo, la gran mayoría de dispositivos que podríamos catalogar como gadgets esconden un kernel Linux en su interior, desde dispositivos IoT hasta smartphones o televisores, muchísimos de ellos cuentan con un kernel Linux, especialmente si incorporan Android, probablemente la distribución de Linux más extendida en el mundo.
Si bien la mayoría de usuarios no sospechan que tras su Smartphone se esconde un núcleo Linux, pocos esperan que detrás del sistema operativo de las Xbox se encuentra Windows 10, del mismo modo que Orbis OS, el sistema operativo de la PlayStation 4, está basado en FreeBSD 9. Por su parte, el sistema operativo de la Nintendo Switch es un derivado de código cerrado del sistema de la Nintendo 3DS, el cual no deriva de ningún sistema conocido y en cambio es desarrollado enteramente en Nintendo.
Sea como sea, con el avance en sistemas operativos, se ha conseguido exprimir el máximo de los distintos componentes de hardware del equipo, principalmente al aumentar las capacidades de estos como es por ejemplo tamaños de memoria RAM, número de núcleos del procesador y arquitectura de éstos. Un caso notable es el de una actualización de Windows 10 19H1, capaz de comprender la arquitectura por CCX de los procesadores AMD Ryzen, la cual reduce en un gran margen las latencias al utilizar los CCX con más coherencia que antes.
Del mismo modo que el resto de dispositivos que han ido saliendo últimamente al mercado, los últimos sistemas operativos como son los de consolas o escritorio están aplicando especial énfasis en la conexión a internet, ya sea para el almacenamiento de datos, proceso de informes de error, o simplemente para su funcionamiento completo, algo que caracteriza la octava generación de consolas y que va a ser la tónica a seguir para la mayoría de dispositivos que se fabrican hoy en día y en un futuro cercano.
No hay día en que no se lance un producto nuevo, y esto es algo que los sistemas operativos deben ser capaces de acomodar para obtener su máximo rendimiento, como ha sido el caso de Windows con los procesadores Ryzen, algo que según los benchmarks, ha salido muy bien.