Cómo optimizar la refrigeración de tu PC: Guía completa
Cuando llega la época estival, es recomendable realizar un mantenimiento a nuestro PC para afrontar esta subida de temperatura. La CPU, la tarjeta gráfica o incluso las unidades de almacenamiento SSD tienden a elevar los grados cuando están trabajando, algo que no ayuda cuando hay un ambiente más cálido. Lo ideal es tenerlas refrigeradas lo máximo posible, para esto os vamos a dejar esta guía sobre cómo optimizar la refrigeración de nuestro ordenador.
Cuando la temperatura ambiente se eleva y vamos a poner a trabajar a nuestro PC, podemos notar un funcionamiento más lento. Esto se suele relacionar con la unidad SSD, de nuestra tarjeta gráfica o incluso de la CPU, comúnmente provocado por elevadas temperaturas. El calor interior hace que los componentes de nuestro PC sufran averías o un desgaste prematuro. Para esto es vital mantener una correcta refrigeración en el interior.
Para esto, es necesario que cada componente cuente con una temperatura acorde de forma individual, utilizando los sistemas de enfriamiento con los que cuente cada componente. Esto provocará que la temperatura interior también sea más baja y se controle mediante un flujo correcto de aire. Un flujo correcto de aire en el interior de la caja puede ayudar a disminuir la temperatura de los componentes para que trabajen mejor.
Como vemos es como una pescadilla que se muerde la cola, si los componentes tienen una temperatura más elevada el calor interior será mayor, provocando que otros componentes también eleven la temperatura. Haciendo una revisión básica podrás adecuar la temperatura de los componentes y, por consiguiente, la reducir la interior lo suficiente como para que tu equipo funcione correctamente y no se deteriore por un exceso de calor.
Veamos algunos conceptos básicos.
Para poder realizar un mejor trabajo, es mejor conocer un poco como se comporta el aire caliente y el frío en cualquier lugar cerrado, como sería la torre de nuestro ordenador. El aire caliente tiende a situarse por encima del aire frío, por lo que en nuestra torre el aire caliente que dejarán los componentes se situará en la parte superior.
También hay que tener en cuenta que el aire caliente no se eliminará del interior de la torre, sino que tendremos que expulsarlo fuera de nuestro PC lo antes posible. Si no se realiza esto rápidamente otros componentes absorberán el aire caliente elevando aún más su temperatura y agravando el problema a medida que se sigue elevando la temperatura.
También encontraremos varios disipadores pasivos en el interior de nuestro PC, posiblemente en la placa base para refrigerar algunos elementos que no necesitan de un refrigeración activa. Estos pueden ser el chipset, los VRM u otros componentes como las memorias RAM o los SSD M.2. Pero para poder obtener mantener la refrigeración interior también habría que eliminar el calor que desprenden mediante las aletas de los disipadores pasivos.
Esto se soluciona creando un flujo de aire en el interior de nuestra torre, donde lo ideal es introducir aire limpio por un extremo (habitualmente el frontal) y eliminarlo por otro (habitualmente la parte trasera). Aunque hay varias formas de crear un flujo de aire ideal, teniendo en cuenta estos factores que os hemos contado.
Aunque cada componente cuente con un sistema de refrigeración propio, este tiende a expulsar el aire caliente fuera de ese componente quedando en el interior de nuestro ordenador. Este aire caliente generado dentro hay que expulsarlo fuera, que según hemos visto, lo ideal sería hacerlo por la parte trasera o superior, aunque también puede ser una combinación de ambas que mejore la eficiencia.
Pare crear el flujo ideal entonces tendríamos que añadir una entrada de aire en el panel frontal, y completarla sacando aire caliente por la parte trasera y/o superior. Para esto usualmente se utilizan ventiladores, que generará un flujo de aire continuo que va desde el frontal insertando aire limpio y que irá empujando todo el aire caliente del interior para llevarlo a las salidas de aire que hemos colocado.
Si únicamente metemos aire sin crear un flujo este se quedará dentro, calentándose a medida que entra en contacto con los disipadores y con el aire caliente que expulsan otros componentes. De igual manera ocurre si únicamente tenemos ventiladores para sacar el aire caliente, al no circular por el interior de la caja se expulsará únicamente el que esté más próximo a estos.
Para mantener un flujo ideal en el interior y permitir la circulación del aire, es necesario recoger los cables para que no molesten a la hora de empujar el aire. Este proceso es muy sencillo si disponemos de una caja con cámara trasera, donde suelen dejar un espacio para los cables. Si este no es el caso lo ideal es recogerlos y mantenerlos alejados de los componentes que más calor generan.
Las cajas modernas tienen capacidad para poner más ventiladores, en la parte inferior y en la parte superior, aunque estos también pueden ser ocupados con radiadores para refrigeración líquida, en este caso también hay que posicionarlos de forma que no interrumpan el flujo de aire y no generen más calor en el interior. Las cajas con visión panorámica han sustituido el panel frontal por uno lateral que también sirve para introducir aire del exterior, permitiendo una circulación de aire para empujarlos hasta la salida de aire.
Hoy en día el interior de una torre de PC no suele llevar muchos componentes, pero es posible que nos sea necesario la instalación alguna tarjeta PCI, además de las habituales tarjetas gráficas. La disposición de los componentes también es ideal para ayudar con la refrigeración interior, y que entre ellos mismo son se sobrecalienten si están muy pegados o si el calor de unos afecta al que está al lado.
Si tenemos una enorme tarjeta gráfica que ocupa 2 o 3, e incluso 4 slot de grosor, lo ideal es no añadir otra tarjeta a continuación. Si necesitamos añadir otra tarjeta es mejor hacerlo lo más alejado posible de esta para que el calor que desprende no interfiera en la otra tarjeta. La memoria RAM también se ha de colocar por espacios, aunque esto es una norma en la colocación de la RAM de doble canal, no está mal recordarlo.
Existen disipadores de CPU de gran tamaño que utilizan mucho espacio interior, hay que orientarlos de forma correcta para que los ventiladores ayuden a empujar el aire caliente hacia las salidas de aire que hemos instalado en nuestro PC. Este problema no lo tendremos con la refrigeración líquida, ya sea AiO o personalizada, ya que el cabezal no suele requerir mucho espacio una vez instalado, lo que ayuda a facilitar el flujo de aire interior.
También hay que tener en cuenta la altura y tamaño de la memoria RAM si vas a instalar un disipador de aire de grandes dimensiones. Asegúrate que el hueco es suficiente para que no se toquen demasiado.
Aunque parezca una evidencia, si vas a eliminar el aire caliente por la parte superior, asegúrate de tener la cubierta correcta para que pueda salir el aire. También es recomendable no poner nada encima de la caja para no obstaculizar la salida.
Otra de las recomendaciones para tener una temperatura ideal es limpiar los componentes y las salidas y entradas de aire de la torre. Muchas cuentan con filtros antipolvo que si están obstruidos no dejarán entrar (o salir) el aire, creando un problema de temperatura. También los componentes suelen tender a acumular polvo entre el disipador y los ventiladores, puedes desmontarlos para realizar una limpieza
Empieza sacando todos los filtros y limpiarlos, puedes mojarlos para eliminar el polvo con mayor facilidad si está demasiado incrustado, pero asegúrate de que estén completamente secos antes volver a colocarlos. Elimina el polvo interior, si tienes filtros antipolvo no debería haber mucho, pero es mejor dar un repaso a las zonas de difícil acceso y donde se tiende a acumular más polvo.
Saca el resto de componentes para limpiarlos. Uno a uno y fuera de la caja para que no suelte más suciedad en el interior. Debemos sacar los ventiladores para limpiar el polvo que se puede acumular en las aspas. Esto lo podemos eliminar con una brocha si está pegado y no sale con aire. Si tienes refrigeración líquida también es recomendable eliminar el polvo del radiador, así como de los ventiladores.
Para eliminarlo no recomendamos el uso de un compresor, que puede soltar aire con mucha fuerza y estropear los componentes, sobre todo los ventiladores. A cambio puedes elegir un bote de aire comprimido o un soplador eléctrico que venden para este tipo de tareas. Puedes encontrarlos en cualquier tienda de electrónica o informática online.
Al igual que las aletas de los disipadores eliminan el calor calentando el aire, para poder transmitir el calor desde el componente al disipador es necesaria que haya transmisión de calor eficiente entre estos componentes.
El más conocido es la pasta térmica de la CPU, que debemos cambiar con frecuencia por una nueva para aumentar la efectividad. También existen otros componentes como metal líquido, que debemos tratar con mucho más cuidado debido a sus inconvenientes como la conductividad. Además de la pasta de la CPU, también la GPU tiene este componente para transmitir con mayor efectividad el calor desde el chip al disipador.
Usa pasta de calidad, la diferencia puede ser de hasta 10º empleando una de estas con mejor conductividad térmica que soluciones económicas y que se degradan con rapidez. Expande la pasta creando una capa fina y uniforme, sin exceder la cantidad.
Pero algunos componentes también usan almohadillas para transmitir el calor hasta el disipador, estos suelen ser componentes que tienen una refrigeración pasiva. Podemos encontrar estas almohadillas en las VRM de las tarjetas gráficas o en los de la placa base, también están presentes en otro tipo de chips donde encuentres un disipador encima.
Si ves que estos componentes se calientan demasiado, cambia las almohadillas por otras, siempre procura que sean del mismo tipo. Con esto también conseguirás una mejor transferencia del calor para que el componente o chip pasen el calor al disipador y puedan seguir funcionando a una temperatura más baja.
Si cuentas con refrigeración líquida consulta el nivel del líquido refrigerante, también puedes cambiarlo o rellenarlo si ves que el nivel es bajo. Esto sirve tanto para las refrigeraciones líquidas personalizadas como para las AiO, aunque estas últimas suelen necesitar menos atención.
Además de la pasta y las almohadillas de calor, existen otros dispositivos y componentes capaces de transferir el calor desde el chip hasta el disipador, por ejemplo, las células Peltier o el metal líquido. A menudo estos dispositivos o componentes son más efectivos, a la vez que hay que tener un especial cuidado en la aplicación y/o mantenimiento, por lo no son recomendables para usuarios habituales o medios, donde una buena pasta puede ofrecer el mismo resultado.
Para mejorar la efectividad del flujo interior y ayudar en la refrigeración de tu PC, puedes añadir más ventiladores. A menudo, las cajas incluyen una configuración básica de ventiladores que ayuda, pero puedes complementar estos con otros si tienes espacio disponible. Solamente tendrás que seguir los principios básicos que os hemos contado y crear un flujo de aire continuo en el interior, si ya lo tienes, que ayude a este flujo con más caudal de aire.
También puedes añadir un disipador para la CPU más potente. Si ves que la temperatura de la CPU es demasiado elevada, incluso después de realizar el mantenimiento básico (limpieza y cambio de pasta ), puedes optar por un disipador nuevo para mejorar la eficiencia. Aunque no lo parezca, los disipadores por aire de las CPUs también sufren desgaste.
Cambia los ventiladores de serie por unos más efectivos. Hay ventiladores que cuentan con mayor caudal de aire para poder mover más cantidad de aire en un tiempo determinado. Unos ventiladores de una reconocida marca pueden ayudarte a expulsar el aire caliente con mayor efectividad si ves que en el interior de tu PC sigue haciendo demasiado calor.
Añade un disipador de calor a tu SSD. Esta solución ya está integrada en muchas placas base, que cuentan con disipadores para las unidades SSD M.2. Pero si no es tu caso puedes optar por utilizar un disipador que expulsará mejor el calor de las unidades al interior de la caja, para que el flujo de aire lo lleve fuera. Sin un disipador el calor generado puede afectar de forma más directa a la unidad, con un disipador el foco de calor estará más controlado y se eliminará de forma más eficiente.
Aunque el mantenimiento de tu PC se debe realizar en cualquier época del año, es más habitual realizarlo cuando llega el calor. En esta época es necesario ayudar con una bajada de algunos grados en la temperatura interior, ya que con la exterior subiendo en el interior también se nota esta subida.
Puedes optar por realizar el mantenimiento básico, limpieza y cambio de pasta térmica en la CPU, o puedes liarte la manta a la cabeza y llevar a cabo todas las acciones necesarias para renovar la refrigeración de tu PC. Realiza cambios en la posición de los ventiladores, recoge cables si los hay, limpiar y cambiar almohadillas, disipadores, etc. Conseguiras que tu sistema de enfriamiento mejore considerablemente.
Si tienes un sistema compacto es de mayor importancia mantenerlo con una buena refrigeración, ya que estos tienen a tener menos espacio interior, y por consiguiente la acumulación de calor está más próxima a los componentes. Es de vital importancia mejorar la eficiencia del sistema de refrigeración para garantizar un buen funcionamiento.
Si eres un manitas y quieres pasar un buen rato, tienes por delante una tarde entretenida llevando a cabo un mantenimiento general de tu PC, además lo dejarás como nuevo y ayudarás a prologar la vida útil de los componentes.