Frustrado un intento de venta de ciberarmas por un valor de 50 millones de dólares

La informática lo es (casi) todo en estos tiempos que corren, y en una era donde desde nuestra comida hasta un sistema de misiles nucleares depende de sistemas informatizados, un criminal equipado con malware de última generación es literalmente lo peor que podría pasarle al mundo.

Eso es lo que ha intentado un exempleado de la compañía israelí NSO, acusado de haber robado código confidencial de la empresa, y haber intentado venderlo en la “Deep Web”. NSO es una compañía que trabaja generalmente con gobiernos y firmas de seguridad, creando malware personalizado según las necesidades. Se trata de una compañía relativamente segura dada su exclusiva relación con cuerpos gubernamentales.

El producto más importante en sus filas ahora mismo es un spyware llamado Pegasus. Este software puede infectar teléfonos móviles, permitiendo grabar llamadas, acceder a la cámara, ver mensajes, obtener coordenadas de GPS, y un largo etcétera, pudiéndose instalar de forma remota sin que el propietario del dispositivo móvil lo sepa.

El exempleado en cuestión, fue despedido en abril de este mismo año, y trabajaba en el departamento de control de calidad. Aparentemente, al ver que estaba a punto de perder su trabajo, dicho exempleado copió grandes cantidades de código y malware a un disco duro, malware que podría dañar la seguridad de cualquier parte del mundo, incluido Israel, si alcanzaba malas manos. Afortunadamente, el presunto comprador informó a la NSO de las acciones de su exempleado, que pretendía vender dicho disco duro por 50 millones de dólares, probablemente en una moneda no rastreable como Monero.

NSO ha notificado que, aun habiéndose visto comprometida la seguridad del lugar, no hay que lamentar que ningún dato personal ni ninguna pieza de código han salido de las instalaciones, más allá de dicho disco duro que, por otra parte, debería ser destruido. Por otro lado, el exempleado está detenido.

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