Si bien es algo que se veía venir, finalmente estamos viendo como los nuevos smartphones plegables están teniendo muy malas notas en las escalas de reparabilidad, y si bien veíamos como el Samsung Galaxy Fold recibía un pésimo 2 sobre 10 en la escala de iFixit, correspondiendo estos dos puntos a que todos los tornillos eran iguales y que los componentes eran modulares, el Motorola RAZR se queda con un 1 sobre 10.
Del mismo modo que el anterior, solo necesitamos un destornillador para encargarnos de todos los tornillos del RAZR, pero aquí terminan las bondades de este terminal, y es que son tantos los puntos negativos de cara a la reparabilidad del nuevo smartphone de Motorola que la nota se ha visto totalmente afectada.
Desde cubiertas pegadas con adhesivo demasiado fuerte hasta falta de modularidad –el puerto USB se encuentra soldado directamente a la placa base—el Motorola RAZR sufre de una complejidad interna demasiado alta y una distribución un tanto extraña que hace que los cables flex del interior estén en riesgo permanente. Asimismo, la batería superior está pegada a la pantalla, con el riesgo que ello supone.
Sin duda, este es un terminal con un alto coste de reparación en caso de accidente o desgaste, pues cualquier reparación que tenga lugar en el Motorola RAZR va a necesitar de bastante tiempo, algo que se traduce en mano de obra que se suma al coste de las piezas del delicado terminal, razones por la que ha obtenido una nota de 1 sobre 10, aunque no es la mínima de la escala.
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