Las prácticas anticompetitivas aprovechando su situación de monopolio en varios sectores son ya una constante en Google. Hace tiempo que la compañía dejó atrás su eslogan de "Don't be Evil" y, desde entonces, distintas autoridades de países de todo el mundo han impuesto multas sin que las prácticas de la compañía cambien.
La Comisión Europea de la UE ha iniciado una nueva investigación contra Google por abuso de posición dominante y prácticas anticompetitivas en el sector de los anuncios online. Se sumará así a muchas otras investigaciones que ya terminaron en multas de varios miles de millones ontra las prácticas cuestionables de la compañía del buscador.
Google basa la mayor parte de sus ingresos y actividades en los anuncios online, por lo que esta vez parece que la investigación va directa a la línea de flotación de la compañía, siendo la primera vez que la UE investiga a Google por esas prácticas en el sector de la publicidad online, un mercado donde apenas tienen competencia.
Precisamente a esa situación de monopolio, y el aprovechamiento que Google hace de ella sabiendo que los anunciantes no tienen alternativa, es hacia la que apunta la Comisión Europea. Según la vicepresidenta ejecutiva Margrethe Vestager, encargada de los asuntos de competencia de la CE, Google recopila datos de sus servicios para utilizarlos en sus sistemas de publicidad, vendiendo esos espacios y haciendo de intermediario, de tal forma que está presente en toda la cadena de anuncios online.
La investigación se centrará en varias prácticas de Google para perjudicar a sus competidores
Por ello, desde la UE están preocupados por políticas de Google que podrían dificultad que otras compañías rivales de publicidad puedan competir en igualdad de condiciones. La investigación también hará hincapié en la recopilación de datos que hace Google de los usuarios.
Entre las prácticas que la Comisión está investigando se encuentra la imposición de Google a sus anunciantes de usar el sistema de Google Ads y Video 360 para comprar anuncios en Youtube, la obligatoriedad de utilizar el servicio Ad manager de Google, aplicando restricciones a otras plataformas de publicidad.
También se investigan las restricciones que Google impone a terceros para acceder a los datos de comportamiento de los usuarios si estos no utilizan su propia plataforma. La prohibición de Google a colocar cookies de terceros en Chrome, o los planes de la compañía para ocultar a terceros los datos de los usuarios que han aceptado ver anuncios personalizados.
La UE no ha definido una fecha límite de esta investigación, lo que está claro es que si encuentran indicios que confirmen las sospechas de prácticas de abuso de posición dominante de Google, posiblemente veamos propuestas de sanciones con grandes sumas de dinero.
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