En su última revisión de sus medidas y políticas de seguridad, Google ha anunciado que las aplicaciones que no se actualicen siguiendo sus nuevos términos y condiciones no podrán ser instaladas en los smartphones de los usuarios.
Con este movimiento buscan evitar que aplicaciones que no se actualizan, y que puedan contar con posibles fallos de seguridad o sin estar adaptadas a las últimas versiones de Android, dejen de estar disponibles en Google Play.
En concreto, Google obligará a que las aplicaciones estén actualizadas para utilizar las APIs de su sistema operativo que tengan como mucho 2 años de antigüedad. Por tanto, eso supondrá que cuando salga Android 13, las aplicaciones deberán estar actualizadas a las APIs de Google Android 11.
Habrá que ver si las aplicaciones desaparecen o quedan restringidas para su instalación. En caso de que Google decida eliminarlas, posiblemente veamos como el catálogo de Apps de Google Play se ve reducido de manera bastante notable, aunque las aplicaciones más famosas y usadas deberían contar ya con cierto nivel de actualizaciones.
Inicialmente, Google permitirá que instalemos esas apps obsoletas en nuestros móviles si ya las habíamos descargado previamente. Pero no podremos instalar aplicaciones que no hayamos probado hasta ahora si no están actualizadas.
Estas medidas entrarán en vigor a partir de noviembre de este, año, por lo que los desarrolladores de apps tendrán algo más de 6 meses para poner sus apps al día.
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