Que los procesadores son cada vez más potentes no es ninguna sorpresa, es la dirección esperada del avance en este tipo de cosas, pero según podemos leer en un Tweet de Ice Universe, se ha podido ver como las cámaras de vapor de los Galaxy S23 cuentan con un área de disipación mucho mayor de lo que encontrábamos en los S22.
Esto debería traducirse en una capacidad de mantener la temperatura del chip bajo control durante sesiones de juego largas, por ejemplo, mejorando el rendimiento del procesador y mejorando el confort del usuario como consecuencia, ya que cuando nos encontramos con un terminal con mala disipación, eventualmente la temperatura termina siendo demasiado alta.
Este cambio aplica a todos los modelos del S23, desde el modelo base hasta el S23 Ultra, de modo que elijamos el terminal que elijamos, no deberíamos encontrarnos en una posición de sacrificar demasiado rendimiento.
Sin embargo, es evidente que cuando más pequeño es el terminal, más pequeña es también la cámara de vapor, pero no debería ser una diferencia tan sustancial como para que los usuarios finales notemos que el rendimiento del terminal baja sensiblemente más en un S23 que en un S23 Plus o Ultra, donde las cámaras de vapor son aún más grandes.
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