Los núcleos ARM Travis, Gelas y Nevis llegarán en 2025 junto con las GPU Immortalis-Drage
Además del lanzamiento de sus nuevos núcleos y arquitecturas para SoCs de alto rendimiento, ARM ha compartido con nosotros los planes que tiene de cara al futuro dentro del mercado de procesadores para dispositivos móviles y clientes finales.
Tras el lanzamiento durante los pasados años de los ARM TCS22 y TCS23, dotados de los módulos DSI-110 y DSU-120 con núcleos Cortex-X3/Cortex-A715/Cortex-A510 y GPUS Immortalis-G715 y los Cortex-X4/Cortex-A720/Cortex-A520 y GPU Immortales G720 respectivamente; ARM apuesta ahora en el 2024 por la solución combinada de los núcleos Cortex-X925 de rendimiento extremo, los ARM Cortex-A725 de rendimiento y los Cortex-A520 de alta eficiencia (reciclados desde la pasada generación) e integrados en el clúster DSI-120. Van acompañados de la GPU Immortalis-G925 y del sistema de interconexión CoreLink.
No obstante, los planes de la compañía ya están definidos para el próximo año. Será en el año 2025 cuando lleguen las nuevas arquitecturas de CPU y GPU, renovando al completo los tres tipos de núcleos.
Así, ARM Travis serán los núcleos de más alto rendimiento, sucesores de los actuales Cortex-X925. Irán acompañados de núcleos ARM Gelas, que sustituirán a los actuales ARM Cortex-A725. Finalmente, los núcleos más modestos orientados a maximizar la eficiencia serán los ARM Nevis, dejando atrás los Cortex-A520 que ya llevan dos generaciones con nosotros. Se actualizará también el sistema de clúster, pasando del DSU-120 que ya se ha utilizado en las dos últimas generaciones, al nuevo DSU-Pilatus.
Todos estos núcleos se interconectarán con el sistema CoreLink y se comunicarán con las GPU ARM Immortalis-Drage.
Estaremos atentos para conocer cualquier novedad que la compañía vaya desvelando sobre su nueva generación de SoCs, aunque ahora todas las miradas estarán puestas en los actuales DSU-120 con Cortex-X925 + Cortex-A725 y Cortex-A520 junto a GPU Immortalis-G925.
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