Hoy en día, los fabricantes de GPUs han apostado por soluciones de reescalado que liberan de trabajo a las GPUS y permiten que puedan ejecutar juegos con resoluciones más bajas para, posteriormente, generar imágenes de mayor resolución. Atrás quedaron los días donde la nueva GPU de gama alta de turno podía mover todo tipo de juegos sin problemas, y hoy en día, con la llegada del 4K o Raytracing, no queda más remedio que utilizar estas técnicas.
El problema viene cuando cada fabricante tiene la suya propia. NVIDIA comenzó con DLSS; una tecnología propietaria que solo funciona en sus GPUS, y que, incluso dependiendo de la versión, está limitada a una serie concreta. AMD hizo lo propio con FSR, aunque de manera libre y compatible con todas las marcas de GPU; un movimiento similar al que hizo Intel con XeSS. No obstante, los desarrolladores tienen que implementar las distintas tecnologías por separado, dificultando el desarrollo de los juegos.
Para solucionar esta problemática, surgió DirecSR de Microsoft, una API integrada en el conjunto de DirectX que busca facilitar la integración de estos sistemas de reescalado y terminar con la fragmentación. Para ello, cuentan con la colaboración de AMD, Intel y NVIDIA, aunque parece que la integración que está a más bajo nivel es la de FSR. Durante su lanzamiento, DLSS y XeSS se soportaban por drivers y AMD FSR 2.2 lo hacía de manera integrada.
Ahora, con la última versión, Microsoft DirectSR añade soporte para la última versión de Fidelity Super Resolution: FSR 3.1, por lo que es de esperar que veamos la implementación de esta tecnología en mucho más juegos.
Parece que por parte de Intel y NVIDIA no ha habido mucho movimiento y se sigue realizando la integración desde driver.
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