Introducción
Sea cual sea el formato de nuestro ordenador personal “customizado” siempre tendremos que equiparlo de una fuente de alimentación que haga la transformación de corriente alterna a corriente continua con la que trabajan más eficientemente los diferentes componentes de los que se compone nuestro ordenador.
La fuente de alimentación es esa caja metálica donde conectamos el cable de corriente desde uno de los enchufes de casa a la oficina con la esperanza de que al hacerlo podamos encender y trabajar con su ordenador. No es un mero receptáculo para ese cable de corriente, sino que hace una labor compleja e importante como es transformar la corriente alterna con la que nuestro operador eléctrico nos suministra energía a la corriente continua con la que funcionan todos los componentes de nuestro ordenador.
En el caso de nuestro país, y de toda Europa, con indiferencia de los tipos de conectores que encontramos en el mercado, es de 230V de entrada con una frecuencia de 50Hz y normalmente con una configuración de tres o cuatro cables dependiendo de las necesidades de descarga a toma de tierra.
De ese voltaje de 230V el PC necesita extraer tres voltajes principales: 12V, 5V y 3.3V, los necesarios para los diferentes tipos de componentes y accesorios. Las fuentes de alimentación más modernas y eficientes, y que es condición indispensable para definir lo que en este articulo denominamos una buena fuente de alimentación, usan un diseño DC-DC.
Este tipo de arquitectura de potencia lo que hace es que toda la entrada de potencia de 230V se pasa a un único voltaje de 12V y de este raíl o raíles de 12V (depende del diseño de la fuente) la fuente nos ofrece los voltajes inferiores de 5 y 3.3 voltios con una eficiencia superior, menos consumos y con mucha más estabilidad en todos ellos.
Nosotros usaremos como referencia para todas estas claves una de las últimas creaciones de be quiet!, concretamente la nueva be quiet! STRAIGHT POWER 12 1500W. Una fuente que combina precio y prestaciones y que cumple en buena medida con todas estas prestaciones que debemos buscar en una fuente de alimentación buena y de calidad.
Su gran potencia, 1500W de potencia nominal, se combina con una configuración bastante compacta, de tan solo 180mm de largo, y con unas prestaciones de primer orden que incluye dos conectores PCI Gen5 VHPWR de 600W con una capacidad de carga combinada de hasta 1000W de potencia.
Es plenamente compatible con ATX 3.0, disfruta de uno de los niveles de eficiencia más altas del mercado, gracias a la certificación 80 Plus Platinum, y de un elaborado sistema de ventilación con un ventilador Silent Wings de 135mm y una configuración de embudo para mejorar la entrada de aire.
No todo es potencia para los componentes
En mi experiencia profesional se incluyen muchos años de vender ordenadores personalizados cuando en España se empezaban a vender ordenadores por piezas. Por aquel entonces todos mirábamos la potencia nominal y el precio. Se solía buscar la fuente de 300-350W más barata que se encontrara sin mucha esperanza de que pasara los dos años de vida que solían tener de vida útil un ordenador, por ejemplo, para jugar o diseñar.
De hecho, durante esa experiencia profesional podría afirmar que el 40% de las fallas de los ordenadores que nos llegaban a las tiendas eran por la fuente de alimentación, a veces con resultados catastróficos para otros componentes, y el otro 40% era por la placa base, el 20% restante discos duros y memorias y en menor medida otros componentes. La fuente de alimentación que llevo usando en mi ordenador personal tiene casi 10 años, el mundo del PC ha cambiado para bien y es gracias a que ahora podemos encontrar fuentes de alimentación de calidad, que no solo ofrecen potencia sino seguridad, estabilidad y eficiencia.
Si sigues comprando la fuente de alimentación solo por la potencia y es uno de los componentes donde esperas ahorrar, creo que estas en un error, pero de veras te deseo suerte con tu elección. Si me plantearía esa parte de la inversión del PC como una a largo plazo, algunas fuentes de calidad ofrecen hasta 12 años de garantía, tiempo suficiente para ver muchos componentes pasar por sus manos.
Una fuente de calidad, una buena fuente de alimentación cumple con los estándares más exigentes tanto de protección como de fabricación. Una fuente con mucha potencia no es nada si no cumple con los estándares más exigentes tanto en soporte de caídas de potencia, sobrevoltajes, sobreconsumos, picos puntuales de potencia, etc. Los componentes modernos cada día son más exigentes, tiene deltas de consumo muy grandes y transitan esas diferencias de potencia consumida en pocos milisegundos y la fuente debe estar preparada para ello.
Certificaciones como el OTP (sobretemperatura), OCP (sobrecorriente), OPP (sobrepotencia), SCP (protección contra cortocircuitos), OVP (sobrevoltaje), UVP (subtensión) y SIP (sobre tensión de entrada) deben estar entre lo primero que miremos a la hora de comprar una fuente y no tanto la potencia necesaria, que también será importante.
Otras certificaciones internacionales como el CE, TÜV, FCC, CCC, etc. Son importantes porque nos garantiza que la fuente de alimentación ha pasado por las agencias de control de calidad industrial de los países más industrializados, un paso más en garantizarnos un buen producto dando vida al resto de componentes de nuestro ordenador.
La longevidad es nuestra aliada y no es solo cosa de la garantía
No podemos mirar la adquisición de una fuente de alimentación desde el mismo prisma con el que compramos un procesador, una placa base o una tarjeta gráfica. La vida útil de una buena fuente de alimentación puede superar la década, sobre todo si vemos como los estándares de estas unidades se mantienen de forma estable en el tiempo, el cambio más importante ha sido reciente, momento perfecto para sumarnos a este nuevo estándar y conseguir una fuente que sea capaz de acompañarnos durante años y que sea el único componente que no renovamos de tanto en tanto porque simplemente estará ahí funcionando como el primer día y soportará cualquier cosa nueva que le vayamos a echar encima.
Estándares como el nuevo ATX 3.0 incluyen nuevos conectores para nuevas generaciones de componentes cada día más exigentes. Este estándar no es solo cuestión de un conector especifico, el 12HVPWR que vemos en las gráficas más recientes y que permite soportar hasta 600W de carga en un solo cable, sino que va más allá exigiendo al fabricante una capacidad de soportar picos de potencia mucho más elevados durante más tiempo.
Con una fuente ATX 3.0 no solo tendremos soporte para nuevos componentes, sino que podremos soportar también mejor esos picos de potencia que tienen estos componentes, como tarjetas gráficas, entre sus diferentes estados de funcionamiento que además pueden cambiar rápidamente, en fracciones de segundo, llevando al límite a fuentes no compatibles con este nuevo estándar definido por Intel.
Por otro lado, una fuente de calidad siempre nos va a ofrecer periodos de garantía muy largos que nos garantiza, con el fabricante adecuado, una vida útil de la fuente la mar de tranquila porque ante cualquier problema tendremos la respuesta del fabricante. Podemos encontrar modelos de gama media con 10 años de garantía, pocos componentes por no decir ninguno ofrecen este tipo de soporte al consumidor hoy en día.
La eficiencia es muy importante
Ya sabemos para que sirve una fuente, convertir la corriente alterna en corriente continua. Cuanta energía es capaz de transformar viene de la mano de la potencia soportada por la fuente que, en el mundo del PC varia, normalmente, entre los 300 y los 2000 vatios de potencia.
Como sabéis cualquier transformación de energía tiene una perdida en el proceso. Esta energía no se destruye, sino que parte va para alimentar a los componentes conectados y otra se pierde en diversas formas, una de ellas en calor. La eficiencia de la fuente en la transformación se traduce en menos factura para nuestro bolsillo a final de mes, un mejor cuidado de la energía que consumimos y también menos calor emitido por la fuente.
Las fuentes modernas, de calidad, ofrecen niveles de eficiencia elevados que se traducen en un programa de certificaciones denominado 80 Plus que nos pone fácil a los usuarios tener una idea clara de cuál es la eficiencia de transformación de nuestra próxima fuente de alimentación. La certificación a la que deberíamos intentar optar todo es la 80 Plus Gold o superior. La clasificación va desde el 80 Plus sin más (en desuso completamente) hasta calificaciones basadas en metales nobles que todo asociamos rápidamente como el bronce, plata, oro, platino o titanio. Cada “metal noble” es un grado adicional y más requerimientos de eficiencia para la fuente que quiere presumir de él.
El 80 Plus Gold está en un punto intermedio y ofrece niveles de eficiencia muy elevados. En una entrada de 230V sin redundancia podemos tener hasta un 92% de eficiencia en la transformación en consumos de un 50% de la potencia total de la fuente y hasta 89% cuando la ponemos al límite de sus capacidades. Esto significa que por cada W de transformación solo perdemos en torno al 10% de media, que es notablemente mejor que lo que teníamos hasta hace unos pocos años.
Cuanto menos perdida, menos consumo, menos calor, menos ruido, más cuidado de la factura de la luz y más cuidado del medio ambiente. Cada punto de porcentaje lo vale, pero cierto es que el equilibrio entre precio y eficiencia más adecuado, en la actualidad, está en las fuentes con certificación 80 Plus Gold.
El exterior también importa
Otra de las cosas que conseguimos con una fuente de alimentación buena y de calidad es mejores acabados. Esto no solo incluye ventiladores más silenciosos y resistentes, muy importante sin duda, sino también un mejor acabado exterior y elementos importantes como un completo sistema de cables modulares que permita adaptarse a cada circunstancia usando los cables exclusivamente necesarios.
Los sistemas modulares también requieren de estructuras sólidas de conexión de los conectores, las mejores fuentes usan PCBs soldados al principal donde se sitúan los diferentes conectores. Este tipo de montaje reduce la resistencia y estabiliza la señal de todas las líneas disponibles en la fuente.
Otros elementos importantes del exterior de una fuente la podemos encontrar en la iluminación, que puede ser importante para algunos usuarios, o también otros elementos llamativos como hemos visto en algunas fuentes como pantallas de monitorización en tiempo real.
Todo cuenta, pero sobre todo es importante que los materiales sean de calidad y que el cableado acompañe tanto en tamaño, diversidad de conectores, disponibilidad de los conectores más recientes como el famoso PCI Express 5.0, pero también suficientes conectores EPS para las placas base y procesadores más recientes y diversidad de conectores para periféricos.
El cableado de una buena fuente debe ser variado, tener los largos adecuados y sobre todo una buena calidad que va desde el propio conector inicial y final, así como el propio cableado que debe ser estético, flexible y con la calidad suficiente para entregar toda la potencia disponible sin miedo a sobrecargarlo.
La nueva be quiet! STRAIGHT POWER 12 1500W como ejemplo de fuente buena
Todo esto de lo que hemos hablado nos lleva a haceros una recomendación de una fuente que en nuestra humilde opinión creemos que aúna todas características que hemos ido desgranando. La be quiet! Straight Power 12 de 1500W es no solo una fuente de extraordinarias prestaciones gracias a su sobresaliente potencia de 1500W de carga máxima sino porque en ella confluyen todas estas características que hemos ido mencionando.
Es una fuente de alimentación completamente compatible con ATX 3.0 y no solo cuenta con un conector 12VHPWR, sino que cuenta con dos donde es capaz de entregar hasta 600W por conector o 1000W en ambos combinados, algo extraordinario.
Está formada por un único raíl de 12v con una configuración DC-DC para los raíles inferiores. Esto le proporciona una potencia máxima de 125 amperios a la que contribuye también una eficiencia sobresaliente con certificación 80 Plus Platinum que ofrece hasta casi un 94% de eficiencia con una carga media, del 50% y hasta un 92% de eficiencia a pleno rendimiento, con un 100% de carga.
Incluye un ventilador Silent Wings de 135mm capaz de trabajar hasta 2600rpm pero que produce menos de 37dBA plena carga y menos de 13dBA con un consumo medio que en esta fuente rondaría los 750W de potencia. Incluye un gran número de cables, especialmente diseñados para ser fácilmente manejables, flexibles y con un acabado realmente bien cuidado. El máximo de estos cables alcanza los 100mm y dispone de dos conectores EPS de 12v, para procesadores y placas base muy recientes, hasta 4 conectores PCI-E 6+2 tradicionales, dos conectores 12VHPWR, 9 conectores SATA y dos conectores Molex tradicionales.
Be quiet! ha conseguido contener toda esta potencia en una fuente que apenas supera en 30mm el largo del estándar, que son 150mm y ofrece todas las certificaciones de seguridad y de certificación más prestigiosas del mercado. El uso de elementos de calidad, como sus condensadores japoneses certificados para trabajar a temperaturas de 105ºC o los ventiladores diseñados por la propia casa permiten a la marca ofrecer hasta 10 años de garantía en este modelo.
Como veis todo lo que esperamos de una fuente de calidad, que nos acompañen cuidando de nuestros componentes durante años, pasando seguramente por muchos procesadores y graficas diferentes está al alcance de cualquiera. Nosotros hemos puesto el ejemplo de este modelo de 1500rpm como el epítome de una serie de fuentes de primera calidad, pero lo cierto es que podemos encontrarla con potencias que parten desde los 750 hasta los 1500 vatios con versiones intermedias de 1200, 1000 y 850 vatios de potencia. Para todos los bolsillos y necesidades.
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