Se avecinan malos tiempos para el mercado de SSD, al menos para los consumidores. Algunos de los últimos eventos que han ocurrido en el sector tecnológico y también político han creado distintas situaciones que son un caldo de cultivo para un descenso importante en la oferta de chips de memoria NAND para SSD que llevará a un aumento considerable de los precios.
La escasez de chips de memoria NAND empieza ya a notarse de manera grave en los fabricantes, GoodRam, una empresa que lleva 28 años en el sector y que, de hecho, son el cliente principal de este tipo de chips NAND a nivel europeo, nos asegura que nunca habían vivido una situación similar, hasta el punto de que ninguno de los proveedores habituales les garantiza disponibilidad de chips NAND para SSD.
Entre esos proveedores está Toshiba Memory, que hoy mismo ha cambiado su nombre a Kioxia, además de Micron, Hynix o Samsung. Ninguno de ellos está actualmente aceptando nuevos pedidos de memoria NAND.
Hay varios factores que han llevado a esta situación del mercado, en el caso de Toshiba, en concreto, hace unas semanas Toshiba y Western Digital sufrieron un apagón en algunas de sus fábricas haciendo que la producción de chips de memoria se detuviera.
Esto se suma a que otros fabricantes, entre los que se encuentra Micron, ya han anunciado recortes en la producción de memorias NAND debido, entre otros factores, al veto que impuso el gobierno de los EEUU de América a Huawei.
Este veto supuso un descenso en la producción de varias líneas de producto de Huawei, no sólo los móviles (que llevan también memorias NAND para el almacenamiento), sino que su mercado de portátiles se detuvo en seco cuando compañías como Intel, AMD o Microsoft, entre otras se vieron obligadas a cesar toda relación comercial. Esto hizo que los fabricantes de memoria afectados por el veto tuvieran que ajustar su fabricación y, ahora que el veto se ha levantado, al menos parcialmente, la demanda ha vuelto a subir de pronto.
Además, a todo ello se suma los controles que ha aplicado Japón a las exportaciones de compañías de Corea del Sur, país donde se produce la mayoría de memorias NAND del mundo. Dichos controles suponen la solicitud de aprobaciones individuales para exportaciones desde Japón a Corea del Sur, restricciones importantes que retrasarán el envío de componentes a la cadena de suministros de los principales fabricantes de memorias del país asiático en unos tres meses, un problema grave teniendo en cuenta que dichas empresas solo contarían con un inventario de materiales clave para unos 2 meses.
Todas estas situaciones se han juntado en una suerte de "tormenta perfecta" en la que la oferta de memorias NAND para SSDs se ha visto reducida de golpe, y cuando eso sucede, la subida de los precios es algo inevitable.
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