El lanzamiento de Hogwarts Legacy en la Nintendo Switch se ha visto atrasado hasta el día 14 de noviembre, una fecha más tardía respecto a la programada originalmente para el juego, que iba a lanzarse en la Nintendo Switch el día 25 de julio.
Se trata de un retraso de cuatro meses que podría responder, por ejemplo, a las dificultades de optimizar el título lo suficiente para que funcione correctamente en el hardware de bajo rendimiento de la Nintendo Switch, que recordemos, hace uso de un procesador Tegra que ya para el lanzamiento de la consola se consideraba algo obsoleto, aunque no existen razones oficiales para ello.
En general, se alude a que se quiere la mejor experiencia posible para los jugadores de Hogwarts Legacy, de modo que bien puede ser que se busque la mayor optimización posible, o que, por otra parte, se esté trabajando en afinar el título para contar con el menor número posible de bugs, evitando así tener que lanzar una actualización de gran tamaño nada más lanzar el juego para corregirlos.
Sea como fuere, será un varapalo para todos aquellos jugadores que estuviesen esperando al lanzamiento de este título para jugarlo estén donde estén, en vez de limitarse a hacerlo en una consola doméstica.
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