Si bien las cajas de ordenador son esencialmente poco más que un soporte para el hardware en su interior, la ingeniería que hay detrás de ellas es bastante mayor de lo que nos podríamos imaginar, pues tan solo con tener en cuenta aspectos como el flujo de aire, la capacidad de montar el mayor número de dispositivos en un espacio concreto o incluso su modularidad, ya hacen de estos componentes algo más que un simple cubo con patas.
Las cajas de ordenador pueden dividirse prácticamente a simple vista por su tamaño, que irá de la mano con la compatibilidad del hardware que encontraremos en su interior. Por tanto, las full tower serán las cajas más grandes con capacidad para placas base de hasta doble procesador como serían HPTX, SSI EEB o E-ATX, mientras que las mid tower estarán orientadas a placas base ATX, Micro-ATX. Por último, las cajas SFF llegarán con compatibilidad con placas base Mini-ITX, aunque muchas de ellas las podemos encontrar en equipos premontados con disposición horizontal y placas base a medida.
Del mismo modo podemos encontrar cajas de infinidad de materiales. El materíal por defecto para su fabricación es el acero SPCC, aunque algunas cajas de gama alta pueden llegar fabricadas en aluminio o materiales más exóticos como el magnesio o la fibra de carbono, primando así aspectos importantes en cada una de las áreas que tenga que cubrir un modelo concreto, pues por ejemplo la importancia de un chasis pequeño y ligero para un equipo que tiene que transportarse por ejemplo a LAN Parties, no lo será en absoluto para un servidor que estará durante muchos años en la misma ubicación lejos de la vista de todos.
De todos modos, la estética ha mejorado sobremanera, pasando de los primeros modelos de acero completamente cerrados con una cubierta de plástico blanco en el frontal a verdaderas exhibiciones de estilo donde podemos encontrar toda una variedad de materiales entre distintos tipos de plástico, metales e incluso cristal templado o madera, sin dejar de lado los distintos acabados que se consiguen con pinturas satinadas o mate.
También se pueden ver avances que van acorde con las tendencias actuales del mercado, pues la proliferación de las unidades SSD con tamaños de 2.5” ha hecho que sea totalmente normal ver bahías para este tamaño de unidades que anteriormente estaba reservado prácticamente para portátiles y discos externos, mientras que con las cada vez más comunes refrigeraciones liquidas AIO, es complicado encontrar una caja que no tenga dos huecos de ventilación juntos para colocar un radiador de 240mm.
Del mismo modo, las necesidades estéticas se han hecho un hueco permitiendo colocar incluso más de una tarjeta gráfica en vertical con los accesorios adecuados mediante un soporte en la parte trasera de la caja, permitiendo así mostrar los cada vez más radicales diseños de las tarjetas gráficas de última hornada, haciendo así que las nuevas cajas actúen prácticamente como un escaparate de tecnología con una gran cantidad de luces más que como una simple caja que sujeta componentes de forma segura.