Una preocupación que todos hemos tenido en algún punto tras ver las novedades de un nuevo sistema operativo, especialmente en su superficie, es la de saber si las nuevas animaciones y características de su aspecto pueden llegar a tener un impacto en el rendimiento del sistema, pues, por ejemplo, hemos podido ver en más de una ocasión como efectos como Aero podían requerir de recursos no disponibles en un sistema que apenas podía ejecutar Windows.
Es una preocupación genuina, razón por la que el equipo de Microsoft se ha molestado, en el minuto 17:33 del video bajo estas líneas, en explicar los cambios que han hecho en la interfaz de Windows 11 para asegurar que no roban rendimiento del sistema para cosas que no lo merecen.
Por ejemplo, explican que el rendimiento es una de las prioridades máximas entre las que se mueven para crear este nuevo sistema operativo, de modo que por ejemplo Mica, a diferencia de Acrylic, no necesita renderizar constantemente lo que está tras el menú a emborronar, sino que toma una sola muestra y trabaja con ella.
No se ha dado una explicación tan detallada respecto a los bordes redondeados de las ventanas y menús, pero en principio, Microsoft ha optimizado el rendimiento de renderizado de las ventanas, de modo que no debería existir ninguna diferencia entre ventanas redondeadas y cuadradas.
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