Actualmente, el VRR ha dado el salto desde los PCs a todo tipo de dispositivos que van desde consolas hasta móviles. Esta tecnología, conocida como "Variable Refresh Rate", es lo que en ordenadores conocemos como NVIDIA G-SYNC y AMD FreeSync, sistemas que permiten variar la tasa de actualización de la pantalla para sincronizarla con el número de FPS de los juegos o contenidos que se muestran en ella.
Dadas las distintas implementaciones y características, la VESA (Asociación de Estándares de Electrónica de Vídeo) ha lanzado dos nuevas certificaciones para que fabricantes y usuarios puedan identificar rápidamente las capacidades de una pantalla o TV en cuanto a sincronización de frecuencia se refiere y a calidad de reproducción multimedia. Por un lado, tendremos la etiqueta VESA Certified AdaptiveSync, donde se incluirá también la tasa máxima de actualización de la pantalla.
Esta certificación estará orientada a monitores gaming con bajas latencias y altas tasas de refresco. Por ejemplo, un monitor con 240Hz y Adaptive Sync que cumpla con la certificación, podrá mostrar la etiqueta VESA Certified AdaptiveSync Display 240.
Por otro lado, la etiqueta VESA Certified MediaSync Display se orientará a televisores y pantallas más centradas en multimedia con ausencia de variaciones y parpadeos no deseados en la pantalla.
Para que una pantalla pueda tener estos "sellos", la VESA tendrá que probarlos mediante la realización de más de 50 test automatizados que verificarán la frecuencia de actualización, parpadeos, tiempos de respuesta GtG y más pruebas. Ambos estándares son abiertos y los fabricantes podrán enviar sus productos para las validaciones correspondientes
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