Los ordenadores portátiles gaming son un subtipo de ordenadores portátiles diseñados específicamente con los jugadores en mente, ofreciendo características propias de ordenadores de escritorio como son gráficas dedicadas de gama alta, pantallas de alta velocidad de refresco e incluso teclados mecánicos cortesía de Cherry MX con sus switches de bajo perfil.
Asimismo sus diseños suelen ser mucho más extravagantes de lo que acostumbramos a ver, con grosores de varios centímetros y sistemas de refrigeración que pueden llegar a ser extremadamente ruidosos a plena potencia, toda ayuda es poca a la hora de refrigerar equipos que pueden alcanzar consumos superiores a algunos ordenadores de sobremesa debido a que los modelos más potentes pueden llegar a incorporar componentes de escritorio como los Intel Core i9-9900K.
Sus pantallas también obtienen una ración de características bastante interesantes, donde algunos modelos de marcas como MSI incorporan pantallas con velocidades de 240Hz, características limitadas a los modelos más potentes debido a la innata dificultad de mover un juego a 240FPS donde muchos ordenadores de sobremesa no son capaces.
Existen equipos que no fuerzan la maquinaria a tales extremos y son capaces de integrar un hardware relativamente potente en un diseño relativamente fino y elegante, haciendo de dichos portátiles una alternativa para trabajo muy interesante dado que en muchas ocasiones, las pantallas de estos equipos son de alta calidad, los chasis son ligeros y los diseños son menos extravagantes, permitiendo que equipos como los MSI GS Series puedan ser usados en casa, en LAN Parties y en el trabajo de forma indiferente.
Como era de esperar existen desventajas, y es que como ya hemos comentado, la potencia tiene un precio, y el peaje a pagar por estos equipos suele ser un precio ligeramente mayor debido al trabajo que tiene integrar todo este hardware en un espacio tan pequeño, además de un coste en forma de autonomía bastante reducida que no nos permitirá ir demasiado lejos con nuestros equipos si no tenemos la certeza de llevar el cargador encima y de que tendremos enchufes donde conectarlo.
Otra de las características que podemos encontrar en algunos portátiles gaming como serían los Alienware son la posibilidad de realizar overclock, algo que a los entusiastas siempre gusta y, si bien no es recomendable ni obtendremos unos resultados deslumbrantes, sí que podemos sacarle un tanto por ciento de mejora que a otro equipo que no ofrezca este tipo de mejora. Asimismo, acostumbran a ser equipos con cierta sencillez de servicio, por lo que será algo más fácil de reparar en caso de tener problemas con un módulo de RAM o simplemente necesitamos limpiar el equipo y sustituir la pasta térmica del procesador/GPU.
Sin duda, elegir un portátil gaming no es una tarea sencilla ni para todos los públicos, pero sí es más que cierto que en ocasiones, incluso para tareas que no tengan nada que ver con el gaming, la compra de uno de estos equipos puede tener mucho sentido a la hora de valorar si necesitamos un equipo relativamente potente y no nos preocupa la vida de batería al encontrarnos siempre o casi siempre en entornos de oficina donde podemos tener el cargador del portátil siempre conectado a un enchufe.