Recientemente tenía lugar el lanzamiento del iMac con procesador M1, el cual también introducía un necesario rediseño que reduce enormemente el grosor del equipo y lo aúna a algunas nuevas características, como cambios en los puertos traseros, un impresionante sistema de sonido o un cable de alimentación propietario que combina corriente y conectividad de red.
Sin embargo, en el interior del iMac ocurren diferencias dependiendo del precio que paguemos por el mismo, y una de las principales parecía ser un cambio en el número de puertos USB que recibimos, pero aparentemente, si elegimos la versión base del equipo, nos topamos con un sistema de refrigeración inferior con un solo ventilador.
En cambio, si optamos por un modelo más caro, este sistema de refrigeración para el mismo chip llegará con un heatpipe y dos ventiladores, proporcionando mayor capacidad de refrigeración, y, por ende, mayor rendimiento al permitir al procesador funcionar a mayores velocidades que el modelo con menor capacidad de refrigeración, como era de esperar partiendo del comportamiento de cualquier procesador a altas temperaturas.
Sea como fuere, en cualquiera de sus configuraciones y hábitats, el Apple Silicon M1 está demostrando ser un excelente chip, capaz de adaptarse muy bien a los chasis en los que se encuentra y de escalar rendimiento conforme a la refrigeración con la que cuente.
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