Placa base Gigabyte Z370N WIFI ITX
por Javier Rodríguez 3El formato ITX comenzó como una forma de crear ordenadores industriales estandarizados mas compactos, para dar servicio a todo tipo de maquinas de una forma que el mantenimiento fuera más económico y rápido. Hoy en día es un formato en pleno crecimiento sobre otros mas grandes y que sorprende por su capacidad de integración de componentes de primer orden.
Gigabyte tiene un potente catalogo de placas base en este formato, además de otros formatos aún más compactos que les han convertido en una marca con una variedad de dispositivos envidiable.
Hoy nos acercaremos a uno de sus modelos de placa base mas moderna y capaz, la nueva Z370N WIFI, pensada para los nuevos procesadores Coffee-Lake de hasta seis núcleos que han revolucionado el mercado de los juegos en los últimos meses. Una placa base donde conocer el potencial de estas plataformas compactas para las nuevas generaciones de jugadores.
Chipset y almacenamiento
El chipset Z370 no es ya ninguna novedad y tampoco lo es que se incluyan los chipsets mas capaces en placas base en este formato. Llevamos ya varias generaciones de procesadores Intel, con sus respectivos chipsets, que se pueden aprovechar en este formato de placa base compacto. El Z370 no es ninguna novedad, pero nos marcara las posibilidades del PC que podemos montar en esta placa base.
El Z370 será el chipset más potente de la nueva plataforma LGA1151v2 de Intel, un chipset con prestaciones muy similares al Z270, pero con alguna mejora a nivel conectivo, con más capacidad de control de puertos USB 3.1 Gen2 con hasta 10Gbps de ancho de banda y nos aporta la posibilidad de realizar overclocking incluso en estos formatos tan reducidos.
En este modelo tendremos capacidad para dos bancos de memoria DDR4 con hasta 32GB de capacidad y un bus de datos de doble canal de 128-Bit que permite alcanzar, con las memorias adecuadas, mas de 30GBps de ancho de banda.
El chipset Z370 nos ofrece 24 líneas PC Express 3.0 que se combinan con las 16 líneas que ofrece el propio procesador. La comunicación entre ambos está limitada a un bus DMI 3.0 equivalente a cuatro líneas PCI Express 3.0. Una conectividad que se ha demostrado suficiente en anteriores generaciones y que se mantiene en esta tercera edición de chipsets Z.
El almacenamiento esta tan dotado como esperamos de cualquier generación actual de gama media o alta. Esto sin duda incluye conectividad de almacenamiento M.2 Socket 3 con hasta 32Gbps de velocidad de acceso por conector. Gigabyte ha integrado dos de estos conectores en esta placa base que ofrecen, además, soporte para la tecnología Optane de Intel. Ambos tienen capacidad para unidades de hasta 80mm de largo.
Tener dos conectores de este tipo en una placa base ITX no es común y menos en la configuración que ofrece Gigabyte. Ambos tienen compatibilidad Socket 3 con hasta 32gbps de ancho de banda y capacidad RAID. El principal, sobre la placa, tiene también un sistema de disipación pasiva muy elaborado que permite reducir la temperatura, dependiendo de la unidad instalada, hasta 15 grados.
Estos conectores soportan RAID, como en gamas más elevadas, así como sus cuatro puertos SATA 6Gbps que también incluye este modelo. Con la conectividad M.2, la que todos buscamos en cualquier ordenador moderno – portátil o sobremesa –los puertos SATA tienen ya menos importancia y han quedado como medios de almacenamiento masivo más económico. Esta placa concentra todos los puertos en una misma posición junto al resto de conectores frontales principales.
Ampliación y conectividad
Una placa base de estas dimensiones no tiene mucha capacidad para ampliaciones por tarjetas, pero si que tiene lo esencial para montar un ordenador gaming o de trabajo que no tenga que envidiar a otros formatos mas grandes. Cierto es que tenemos menos capacidad de ampliación, pero no creo que en el usuario medio esto vaya a suponer un problema en toda la vida útil del ordenador.
Gigabyte ha integrado un puerto PCI Express 3.0 con el nuevo sistema de protección mecánica mediante armadura en acero inoxidable y puntos de soldadura dobles a lo largo del conector. Es un conector de tipo 16X por lo que podremos montar cualquier tarjeta grafica que se venda en la actualidad.
La falta de slots de ampliación que tienen estos formatos se compensa con una integración superior a lo que solemos ver en placas base de mayor formato. A esta placa base no le falta de nada e incluso añade elementos que no solemos ver en placas base mas grandes. Una de estas excepcionalidades la encontramos en su tarjeta de red inalámbrica Wifi-AC con sistema de antenas 2x2 y hasta 867mbps de velocidad de acceso. Esta tarjeta integrada incluye, además, soporte para Bluetooth 4.2.
El equipamiento LAN también es bastante poco común. Con dos tarjetas firmadas por Intel que podemos hacer trabajar en modos de agregación de enlaces logrando velocidades de hasta 2gbps con full dúplex.
Gigabyte ha añadido seis puertos USB 3.0, un puerto USB 3.1 Gen2 con hasta 10Gbps de ancho de banda y la conectividad de sonido tradicional. Otro elemento que nos gusta mucho es que Gigabyte ha integrado un puerto HDMI 2.0, además de un HDMI 1.4 y un Displayport 1.2, donde podremos dar soporte a resoluciones 4K@60Hz o soporte HDR.
Para el frontal también tendremos capacidad para dos conectores USB 2.0 y dos conectores USB 3.0. Suficientes para las configuraciones habituales en cualquier ordenador moderno.
Un diseño compacto que no se olvida de nada
Esta es una placa base llena de prestaciones, y cuando digo llena es que apenas hay espacios libres en su configuración y estructura. Uno de los conectores M.2, cosa que tampoco es tan extraña, esta situada en la parte posterior de la placa base y en la parte anterior no hay apenas espacios que no se hayan cubierto con conectores o elementos fundamentales de la placa base.
De su configuración física me gusta especialmente como Gigabyte ha concentrado los elementos por zonas para que la gestión del cableado sea mas sencilla. Los tres conectores híbridos para ventiladores están en fila, cerca del procesador, la alimentación esta donde todas las cajas esperan que este y el socket de la CPU esta perfectamente centrado para que sea más fácil instalar cierto tipo de disipadores grandes.
Gigabyte ha integrado un buen sistema de alimentación digital que se refrigera mediante un disipador real, con laminas de aluminio, que se extiende por encima de los conectores de traseros de la placa base.
Los conectores frontales, y de almacenamiento SATA, están concentrados en el lateral derecho de la placa base, donde deben y el único cable que tendrá que recorrer algo mas de espacio, como también es habitual, es el conector HD Audio para el frontal de la caja.
Gigabyte no ha hecho ninguna innovación funcional en este modelo, y eso lo agradecerán nuestras cajas ITX, pero si ha integrado elementos clásicos de la marca, muy importantes, como su sistema de doble bios redundante.
Como no podía ser menos en los tiempos que corren, la placa tiene soporte para tecnología RGB y es capaz de controlar otros dispositivos RGB mediante su conector estándar de cuatro pines que además soporta tiras de 5 y 12 voltios. Todo controlable mediante el software que ofrece la propia placa base y con capacidad para multitud de efectos mediante leds digitales.
Funcionalidad de software y sonido
Gigabyte integra un potente conjunto de aplicaciones con las que gestionar la palca base, mantener el sistema actualizado y optimizar el funcionamiento del sistema. Me gusta especialmente el sistema que tiene de control de ventiladores que nos permite incluso apagar los ventiladores completamente a una temperatura configurable por nosotros, aunque nuestro sistema de ventilación no sea de tipo hibrido.
El resto de paquete de software es el habitual, mas algunos añadidos como el sistema de VPN WTFast que podremos probar durante algún tiempo de forma gratuita y que yo recomiendo, encarecidamente, no instalar salvo que queramos jugar en servidores extranjeros en largas distancias. Easytune sigue siendo la base de control de estas placas base, a lo que ahora se suma una bios UEFI bastante agradable y sencilla de manejar.
El sistema de sonido de la Gigabyte Z370N WIFI incluye los avances que esperamos para un ordenador moderno. El DSP es el clásico ALC1220 al que se le ha añadido un amplificador para auriculares en los conectores frontales de la placa. Este amplificador es capaz de auto detectar la impedancia de los auriculares conectados para lograr la amplificación adecuada para cada uno de ellos. De este modo se reducen los efectos de volumen bajo o distorsión en el sonido.
Gigabyte ha incluido componentes Hi-Fi para dar forma a su sistema de sonido, todos de alta gama con fabricación japonesa. Se añaden también protecciones en la placa para limitar el ruido electromagnético en una placa base con tanta población de componentes en tan poco espacio.
Una gran placa en un formato de moda
Una de las grandes virtudes de este modelo de Gigabyte es que tiene una integración muy completa sin necesidad de sorprender en formatos imposibles o complicados. Es una placa base sencilla, moderna y con todos los elementos que esperamos encontrar en una placa diseñada en el 2017.
Tiene además algunos elementos poco comunes en este formato, como el doble slot M.2 o las dos tarjetas Ethernet, que le permiten alcanzar a un publico mas amplio que el que busque simplemente una maquina para jugar. En ella se puede conformar una gran estación de trabajo compacta, con la única limitación real de sus dos bancos de memoria.
Nuestra experiencia con ella ha sido magnifica, es una placa base excepcionalmente eficiente y que logra nuestros objetivos de overclocking moderado y rendimiento. Su precio es de unos 165 Euros, con impuestos, por lo que esta dentro de la gama de precios que podemos considerar competitivos. Una gran placa base a un precio mas que apetecible.
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- Producto: Gigabyte Z370N WIFI
- Fecha: 22/01/2018 7:40:06