Según hemos podido leer a través de las redes sociales de la compañía, los servidores de FitBit están caídos, impidiendo el correcto funcionamiento del servicio. Sin embargo, gracias a las capacidades de los propios relojes, el servicio funciona parcialmente gracias a la parte local que permite a los mismos funcionar.
En este caso, los trackers FitBit siguen siendo capaces de grabar los mismos parámetros que grabarían en condiciones normales, pero no son capaces de sincronizarlos con la aplicación, de modo que la misma muestra comportamientos anómalos a la misma vez que existen dificultades a la hora de iniciar sesión en el servicio al completo.
La compañía está al tanto del problema y, si bien no parece existir una página de estado del servicio que nos pueda revelar exactamente qué partes del servicio no funcionan, si que podemos saber que una solución está en camino para permitir a los usuarios volver a la normalidad con sus relojes.
Este último punto también responde a una recomendación de algunos de los usuarios, y es que, si bien los relojes no son capaces de sincronizarse con la aplicación, un pequeño número de usuarios ha reinstalado la misma y se ha quedado sin siquiera poder iniciar sesión debido a este problema, principalmente debido a una falta de comunicación automatizada.
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