Tras el veto que les dejó fuera de juego de muchos mercados, Huawei ha intentado salir del paso, con el desarrollo de su propio sistema operativo móvil Harmony Os, sus servicios de mapas como Petal Maps, o el sustituto de los servicios de google, Huawei HMS Core, e incluso creando sus propios SoCs sin ARM.
Sin embargo, su propio fundador, Ren Zhengfei, ha asegurado en un comunicado interno que quizás la compañía debería centrarse en el software, de tal forma que fortalezcan su posición para extenderse a distintos países hasta conseguir una posición dominante y llegar a excluir a EEUU.
Según sus palabras "Una vez que dominemos Europa, Asia Pacífico y África, si los estándares de EE. UU. no coinciden con los nuestros y nosotros no podemos entrar a EE. UU., Entonces EE. UU. No podrá ingresar a nuestro territorio."
El fundador de Huawei también piensa que deberían enfocarse hacia un modelo de código abierto, "absorbiendo nutrientes" de las comunidades open-source.
El veto de los EEUU ha dejado a Huawei fuera de juego en el mercado de los smartphones
No hay duda de que son malos tiempos para Huawei. La compañía china, uno de los líderes en sector de smartphones en numerosos mercados y también en infraestructura de comunicaciones como el 5G, ha sufrido de primera mano la guerra comercial entre EEUU y el país asiático al aplicarse el veto de la administración americana sobre sus productos debido a varias acusaciones de espionaje.
Eso ha hecho que varias gamas de productos, especialmente las de smartphone, hayan visto reducida su competitividad de manera considerable hasta dejarlos virtualmente fuera del mercado. Por ejemplo, debido al veto, Google y otras compañías americanas, o con tecnología americana, no podían llegar a acuerdos con ellos, haciendo que sus smartphones tengan que llegar sin los servicios de Google, y que sus propios SoCs no puedan implementar las últimas arquitecturas ARM.
Smartphones como el Huawei P40 Pro que analizamos llegaban sin los servicios de Google haciendo que perdieran mucha competitividad contra sus rivales, porque al final del día, pocos usuarios acostumbrados al ecosistema de Google iban a desembolsar más de 1.000 euros por un terminal con el que no podían acceder a Google Play, Maps, Youtube o a aplicaciones certificadas como las de los Bancos, Netflix, etc.
La llegada de la nueva administración de Joe Biden no ha suavizado las cosas, al declarar que el veto iba a seguir teniendo lugar a pesar de las esperanzas que había puestas en un cambio de política contra el gigante asiático.
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