Guía de cómo usar gráficos externos de forma óptima en tu PC
por Javier Rodríguez Actualizado: 09/08/2024Introducción a esta guía
Una de las formas de potenciar el rendimiento de nuestro portátil o MiniPC con gráficos integrados pasa, normalmente, por disponer de gráficos externos y para ello tenemos unos requisitos básicos. Entre esos requisitos podemos incluir un procesador adecuado, que soporte bien las cargas de los juegos habituales y como no la conectividad adecuada.
Actualmente podemos encontrar diversos conectores, muchos basados en USB-C y otro más recientes, todos ellos con sus propias prestaciones pero que se resumen en el uso de USB-C, fundamentalmente, pero también en otros conectores menos convencionales como el Oculink, que ciertamente está ganando tracción sobre todo por su incorporación a dispositivos normalmente de fabricantes orientales.
El resto, más común y estandarizado, lo encontramos en forma de USB-C en modo USB 4.0, Thunderbolt 3 o Thunderbolt 4. Todos tienen las mismas prestaciones y podemos usar las cajas externas compatibles con todos ellos. Estos interfaces ofrecen 40Gbps de ancho de banda, mientras que el Oculink alcanza los 64Gbps.
Usando el MiniPC o poráatil adecuado
Para este análisis he usado mi MiniPC particular, el que uso desde hace algunas semanas para todo el trabajo de redacción que hago en Geeknetic y también para mi principal hobby que es jugar con el ordenador.
La ventaja de tener un MiniPC como el Geekom GT13Pro es que tengo las prestaciones de un portátil gaming de alta gama en una pequeña caja que yo he situado estratégicamente debajo de una estantería. Un monitor con USB-C o una caja externa para Thunderbolt hace que pueda concentrar todos los puertos y periféricos en un solo cable.
En este caso este MiniPC requiere también de conexión de alimentación, pero ciertamente podríamos tener todo en uno, quizás en sistemas menos capacitados, ya que estas cajas, o al menos algunas, entregan potencias bastante elevadas, entre los 60 y los 100W de potencia.
El Geekom GT13 Pro dispone de un procesador de altas prestaciones como es el Intel Core i9-13900H (configurado a 45W), este procesador cuenta con seis potentes núcleos P-Core con doble hilo y ocho núcleos E-Core lo que nos proporciona nada menos que 20 hilos de capacidad proceso.
En su interior, que es ampliable con facilidad, encontramos hasta 32GB de memoria DDR4 en dos bancos de 3200MHz, con XMP, donde podemos instalar hasta 64GB de este mismo tipo de memoria RAM. Además, viene equipado con una unidad de almacenamiento de grandes prestaciones y nada menos que 2TB de capacidad. Se trata de una Acer N7000 Shadow Knight con interfaz PCI Express 4.0 y capaz de desarrollar velocidades sostenidas de hasta 7Gbps de ancho de banda en lectura y escritura.
Si abrimos el dispositivo, que se tardan como 2 minutos, podremos encontrar un slot adicional para unidades de hasta 42mm de largo, para ampliar más capacidad de almacenamiento. Este slot dispone de conectividad SATA así que está diseñado para unidades más económicas, pero también más lentas.
La conectividad inalámbrica de este dispositivo incluye un montaje de antena 2x2 alimentado por un chipset Mediatek MT7922 con capacidad para enlaces Wifi-6E de hasta 2400mbps en doble banda. Este chipset también nos proporciona Bluetooth 5.2 con antenas completamente integradas.
El chasis tiene apenas 112mm de ancho y largo, con solo 37mm de altura, y el peso no llega ni al medio kilogramo. Está fabricado en aluminio, salvo las zonas de acceso y antenas y la conectividad física es simplemente impresionante. El rendimiento es notable, a la altura de un portatil de muy altas prestaciones.
Cuenta con lector de tarjetas, 2 puertos HDMI 2.0, dos puertos USB 4.0 completos con Displayport integrado, un conector RJ54 para redes ethernet de hasta 2.5GbE, dos conectores frontales tipo A con velocidad USB 3.2 Gen2 de 10Gbps (uno con entrega de energía de hasta 15W), además también de conectores traseros de tipo USB 3.2 Gen2 y también uno de legado de tipo USB 2.0 para periféricos.
Una autentica navaja suiza que además viene con adaptador para su montaje en anclajes de tipo VESA de 75 y 100mm, todo de serie y con toda la tornillería incluida. De este modo es fácil ocultarlo detrás de un monitor, o en cualquier otro sitio donde sea completamente invisible a la vista dejándonos un escritorio de trabajo completamente limpio y contando con altas capacidades de computación.
La caja Thunderbolt adecuada, compatible también con USB 4.0
He tenido la suerte de probar muchas cajas para gráficos externos puesto que siempre me ha parecido una tecnología muy adecuada para los que usamos graficas de forma esporádica y la queremos además aprovechar con sistemas muy compactos o incluso para varios dispositivos con una única inversión que dure muchos años.
Además, es una forma fantástica, como veremos ahora de tener un dock completamente centralizado donde un solo cable nos de acceso a todo, monitor, gráficos, red y periféricos.
Podemos encontrar en el mercado este tipo de soluciones de la mano de muchos fabricantes siendo algunas de las más recomendables las que integran de serie una tarjeta gráfica de más o menos potencia. Esto nos da una solución integral que normalmente está bastante bien trabajada y las podemos incluso encontrar que sean compatibles tanto con USB-C, USB 4.0, como Oculink.
Dicho esto, aquí va mi recomendación, con la que llevo ya un año y con la que he conseguido los mejores resultados de rendimiento estabilidad. Mi recomendación es la TH3P4G3 para Thunderbolt 3, Thunderbolt 4 y USB 4.0. Es un chasis para “DIY” que podemos comprar con caja cerrada o simplemente el adaptador abierto. Actualmente la podemos encontrar por unos 130 euros, sin fuente de alimetación ni GPU.
Tiene ventajas interesantes como poder usar cualquier fuente de alimentación ATX o SFX y además ahora soporta cargas de hasta 85W por USB-C. Se completa con un chipset Thunderbolt doble para un ancho de banda sobresaliente y permite concertación en cadena mediante Thunderbolt e incluso dispone de un puerto USB 3.0 que yo uso en combinación con un hub USB 3.0 con Ethernet integrado para lograr una solución Dock completa y de altas capacidades.
Hay también que valorar la potencia de carga, en algunas cajas se limita a 15W, otras como esta que os hemos escogido tiene versiones de 60 y 85 vatios que debería ser suficiente para la mayoría de los portátiles y las hay que entregan, por el momento, hasta 100W, que deberemos repartir en la fuente con la carga de la propia GPU.
En ella podemos montar cualquier GPU moderna, incluso las de tamaño grande, solo hay que dimensionar bien la fuente de alimentación. Es realmente estable y efectiva y la podemos encontrar online por alrededor de los 130 euros con impuestos, no hay solución más barata y en mi experiencia tampoco la hay mejor. Podemos sumarle un pequeño hub USB 3.0 con puertos extra y conectividad Ethernet por menos de 10 euros. No hay nada más versátil, al menos en mi experiencia de años con este tipo de cajas y adaptadores.
Windows 11 con cajas eGPU
Una de las ventajas de Windows 11 es que tiene completamente asimilada la conectividad Thunderbolt y USB 4.0 , el soporte es completamente nativo, así que no necesitamos más drivers que los de la propia tarjeta gráfica, tanto AMD como NVIDIA tienen elementos de gestión de este tipo de conectividad, para poder desconectar con seguridad, así que cualquiera de los dos fabricantes es adecuado para tu tarjeta gráfica. Si usas Mac mi consejo es que vayas a una solución AMD, sobre todo si eres principiante.
En Windows solo tendremos que instalar los drivers con normalidad y tendremos dos o más dispositivos gráficos que usar. No tiene mucha más pérdida, pero si es cierto que sin la caja adecuada podremos tener caídas de rendimiento, desconexiones, etc. Con la caja que os recomiendo a mí se me resolvieron todos estos problemas me desaparecieron de un plumazo.
Pequeños trucos y optimizaciones
Si es verdad que hay que tener en cuenta algunas cosas. Por ejemplo, cuanto más dispositivos conectemos al puerto Thunderbolt más ancho de banda tendremos que compartir. También es importante que nuestro dispositivo nos garantice dos enlaces PCI Express para el desarrollo de todo el potencial, todos los conectores TB4 (Thunderbolt 4) están obligados a esta configuración, pero no así los TB3.
Para lograr el mejor rendimiento, sobre todo en ordenadores portátiles donde esto se puede dar más, pero también en ordenadores de sobremesa compatibles, sin duda debemos optar por usar las interfaces de video de la tarjeta gráfica externa, es decir, que conectemos el monitor a la tarjeta externa. Podemos usar cualquier otra pantalla, pero habrá algo de perdida de rendimiento en el retorno de información a través del interfaz. Luego os damos números concretos, que tampoco son de mucho impacto.
Cuantos más dispositivos conectamos a la tarjeta, en este caso a la caja que da vida a la tarjeta externa, como dispositivos USB periféricos, tendremos también que compartir ancho de banda, si para ti cada FPS cuenta entonces coloca esos periféricos USB de algún otro modo al ordenador. Para mi merece la pena, pero sin duda hay perdida de rendimiento.
Asegúrate que el puerto al que conectas tiene doble enlace, esto lo puedes ver a través de aplicaciones como Aida64 o hwinfo, también puedes medir el ancho de banda, que debería ser de alrededor de 2.5GTs en TB3 y TB4 lo que se traduce en alrededor de 3GBps de ancho de banda de lectura y escritura hacia la GPU. Comprobado ese dato, sabremos que podemos sacar buen partido a nuestra tarjeta gráfica.
Rendimiento, sin y con pantalla externa
No podemos olvidar que la GPU rendirá menos por falta de ancho de banda en el interfaz, pero no por ello tenemos que dejar de lado aspectos como la potencia de la CPU, que seguirá siendo importante, o la cantidad de RAM del sistema o de las propias características de nuestra GPU conectada mediante interfaz periférico.
Si queremos jugar a juegos de última generación a alta resolución y con soltura de FPS tendremos que suministrar la gráfica, el procesador, la RAM y también el almacenamiento adecuado. Por eso creo que mi elección de MiniPC es perfecta ya que este Geekom GT13 Pro combina esas prestaciones y conectividad más que suficiente para una gráfica externa de gama media o alta.
Yo sin embargo he optado por una gráfica de bajo consumo, para mi montaje doméstico, basada en la Radeon RX 7600, la razón es que los juegos que uso no son muy exigentes, mantengo ruido y consumo controlado y es muy compacta así que me ocupa poco espacio todo el montaje.
En cuanto al rendimiento, estos son mis resultados en diferentes juegos y entornos.
AMD Radeon RX 7600 | Conectada a PCI Express 4.0 16x | Thunderbolt 3 monitor interno | Thunderbolt 3 monitor Externo | TB3 con perifericos (raton, ethernet, etc) |
Doom Eternal 1080p ultra | 51 | 45 | 47 | 45 |
Doom Eternal 1080p Medium | 97 | 86 | 89 | 85 |
Shadow of the Tomb Raider 1080p Ultra | 77 | 68 | 70 | 67 |
Shadow of the Tomb Raider 1080p Medium | 165 | 146 | 151 | 145 |
Witcher 3: Wild Hunt 1080p Ultra | 95 | 85 | 87 | 84 |
Witcher 3: Wild Hunt 1080p Medium | 206 | 183 | 189 | 181 |
Conclusión
Conseguir disponer de un “dock” con gráficos externos dedicados es tan sencillo como comprar algunas de las cajas que se comercializan por ahí, las hay muy económicas, pero en cuanto buscas algo que cumpla con todo, capacidad de carga, conectividad, estabilidad, formato y capacidad, …entonces de verdad que hay pocas opciones económicas.
La ventaja es que podemos usar gráficas no tan modernas, con buenos resultados, o aprovechar esa que hemos descartado de nuestro ordenador sobremesa en alguna mejora. Todo ello nos puede permitir disponer de un dock de muy altas prestaciones, con gráficos dedicados de calidad, por el precio y la funcionalidad que ofrecen soluciones más limitadas.
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