Intel ha lanzado los nuevos Xeon de cuarta generación, también llamados Sapphire Rapids. Esta generación incluye muchas novedades, entre ellas un menor consumo energético que nos lleva hasta 70W de ahorro cuando optamos por el modo de energía optimizada. El reto de Intel con esta generación es ofrecer a sus clientes el rendimiento específico para cada carga de trabajo junto con un software optimizado que nos permita alcanzar un rendimiento acorde a la potencia necesaria, sin olvidar el coste que esto supone.
Este ahorro de energía se consigue gracias a los nuevos aceleradores que Intel ha incluido en esta cuarta generación de procesadores Xeon, los Intel Shappire Rapids. Entre ellos podemos encontrar:
- Intel Advanced Matrix Extension (Intel AMX)
- Intel QuickAssist Technology (Intel QAT)
- Intel Data Streaming Accelerator (Intel DSA)
- Intel Dynamic Load Balancer (Intel DLB)
- Intel In-Memory Analytics Accelerator (Intel IAA)
- Intel Advanced Vector Extensions 512 (Intel AVX-512)
- Intel Crypto Acceleration
- Intel Speed Select Technology (Intel SST)
- Intel Data Direct I/O Technology (Intel DDIO)
Esto permite un ahorro de energía al reducir la necesidad de aceleración adicional, consiguiendo objetivos energéticos más bajos. También está disponible un nuevo modo de alimentación optimizada que permite reducir el consumo energético hasta el 20%, con tan solo sacrificando un 5% de rendimiento en algunas cargas de trabajo específicas. También ayudan a reducir el consumo las nuevas soluciones de refrigeración líquida y por aire.
En cuanto a la sostenibilidad, Intel ha fabricado estos procesadores empleando al menos un 90% de energía renovable en sus instalaciones, incluida tecnología para la recuperación de agua de última generación.
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