¿Qué es una Refrigeración Pasiva y para qué sirve?

Una refrigeración pasiva es un dispositivo que disipa calor sin hacer uso de ningún ventilador. Las refrigeraciones convencionales (en el mundo de los PCs) hacen uso de un bloque de aluminio o cobre que almacena el calor de un componente, un procesador por ejemplo. De esta manera, el procesador le pasa calor a este bloque, y este bloque lo pasa al aire ambiental con la ayuda de uno o varios ventiladores. Una disipación pasiva no hace uso de estos ventiladores ya que solamente cuentan con el bloque de metal.

Naturalmente, esto conlleva unos límites en cuanto a la capacidad disipativa, ya que el calor pasa al aire ambiental más lentamente que si hubiera ventiladores ayudando. Por este motivo no existen refrigeraciones pasivas con altas especificaciones térmicas, sino que se limitan a disipar componentes de bajo consumo que generan poco calor. Sin embargo, no siempre es así, ya que existen unos pocos disipadores pasivos que son capaces de refrigerar una buena cantidad de calor, pero el disipador es toda la torre en sí misma. La refrigeración pasiva se utiliza a menudo en fuentes de alimentación y tarjetas gráficas pero solo cuando estas tienen una carga de trabajo baja. Cuando hay demanda de energía por parte de ese componente, se activan los ventiladores y pasa a ser una refrigeración activa, como las de toda la vida.

A menudo sí que vemos refrigeraciones pasivas en PCs de tamaño muy reducido, pero no suelen admitir tarjeta gráfica y el procesador que viene es de consumo reducido, nada de alto rendimiento. Como en todo, hay excepciones como Turemetal, una empresa que fabrica torres pasivas que admiten componentes de gran rendimiento para ser disipados completamente pasivamente.

A la hora de hacer una disipación pasiva se tienen en cuenta básicamente dos metales para la construcción del bloque disipador: aluminio y cobre. El cobre tiene una conductividad térmica superior pero hay que refinarlo, lo que aumenta bastante el precio, mientras que el aluminio es menos pesado y también más barato, aunque disipa menos. Normalmente se fabrican los componentes de disipación pasiva como una aleación de estos componentes.

Una refrigeración pasiva sirve para disipar el calor de algún componente del PC sin generar nada de ruido. La palabra “pasiva” implica que no existen ventiladores, por lo que tampoco existen molestos ruidos de ningún tipo. Un PC completamente pasivo no genera ruido alguno, salvo quizá algo de ruido eléctrico casi imperceptible.

Al hacer uso únicamente de bloques de metal para disipar el calor, una torre pasiva tendrá un peso considerable, ya que toda la estructura de la torre será metal para que disipe mejor el calor de manera pasiva. Los disipadores CPU pasivos suelen ser grandes y pesados, muy robustos, y aún así no son capaces de disipar una buena cantidad de calor por lo que no pueden instalarse en muchos procesadores.

Las refrigeraciones pasivas son ampliamente utilizadas en dispositivos compactos y de bajo consumo. Prácticamente todos los smartphones llevan refrigeraciones pasivas, las tablets, las TV e incluso algunos portátiles de bajo consumo. La disipación pasiva es algo necesario en el mundo tecnológico hoy en día, aunque de cara a los ordenadores de sobremesa es poco viable. Si hablamos de HTPCs o Mini PCs, seguramente encontremos muchos modelos pasivos ya que solo son utilizados para reproducir multimedia o con fines ofimáticos de bajos requisitos.

Algunos aspectos cruciales a la hora de utilizar una disipación pasiva son utilizar una pasta térmica de alta calidad y bien aplicada, además de procurar limar ambas superficies en contacto para maximizar el flujo de calor todo lo posible, proceso conocido como lapping.