Intel acaba de avanzar en este comunicado que Bob Swan dejará su actual cargo como CEO de Intel Corporation el 15 de Febrero de 2021 y será sustituido por Pat Gelsinger, actual CEO de VMWare.
Bob Swan ascendió al cargo de CEO interino de Intel tras la expulsión a Brian krzanich por tener relaciones con una empleada. No obstante, en la industria aquella expulsión sonó a una excusa y muchas eran las voces que indicaban que el cese de Brian estaba más relacionado con los distintos fracasos que la compañía estaba cosechando con la puesta en marcha de su proceso de 10nm.
Tras 7 meses como CEO interino, Bob Swan fue proclamado CEO de forma oficial por la junta directiva de Intel en enero de 2019. No obstante, Bob, que anteriormente fue CFO (Director Financiero) de la compañía, no tiene un transfondo tecnológico y ha sido duramente criticado por ello.
Es por eso que tal vez la junta directiva considere que Pat Gelsinger, ingeniero informático que fue el primer Director de Tecnología que tuvo Intel, sea una persona más apropiada para liderar el que durante años fue el fabricante de chips más innovador del mundo. Así lo han demostrado los inversores en bolsa, haciendo que las acciones Intel crezca un 13% desde el anuncio.
Que Intel necesita un cambio en profundidad empezando por la cabeza, resulta obvio para los inversores. El liderazgo de Bob Swan no parece haber dado los frutos esperados tal como hemos visto durante el tiempo que lleva governando la compañía:
Durante 2020 hemos visto como Intel acumulaba diversos golpes en el mercado. Por un lado se ha hecho más presente su pérdida de liderazgo en procesos de fabricación y TSMC y Samsung han aumentado la brecha considerablemente. Una brecha que el gran competidor de Intel, AMD, ha sabido aprovechar.
Desde que AMD lanzó su primera generación de arquitectura Zen no han dejado de comer terreno a Intel en cuota de mercado en todas las plataformas: Sobremesa, Portátiles, Servidor, Workstation, etc.
Sin embargo uno de los mayores golpes que ha sufrido Intel recientemente ha sido cuando se han visto obligados a retrasar su esperadísimo proceso de 7nm hasta finales de 2022 o principios de 2023, que es donde se situaba la esperanza de la compañía por volver a liderar el mercado.
Otro revés importante es la ruptura del acuerdo con Apple, que tras 15 años siendo su único suministrador de CPUs, los de cupertino han prescindido de Intel para crear sus propios procesadores para sus ordenadores Mac.
¿Crees que a Intel le irá mejor con este nuevo CEO? Esperamos tus comentarios.
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