AMD muestra su tecnología LiquidVR con unas Oculus Rift manejadas por una R9 390X

AMD ha aprovechado el GDC para mostrar la tecnología LiquidVR y no perder el carro del creciente y cada vez más prometedor sector de la realidad virtual.

LiquidVR es una plataforma para desarrollar aplicaciones y juegos con una alta optimización en sistemas de realidad virtual como las gafas Oculus Rift, algo que no se puede conseguir, según comenta la propia empresa, en un dispositivo móvil como los utilizados en algunos dispositivos como las Samsung Gear VR y similares.

Este sistema permite posicionamiento siguiendo el movimiento de la cabeza con una baja latencia para evitar el retardo entre que movemos la vista y se mueve en la pantalla. Igualmente, se han enfocado en conseguir una alta escalabilidad en soluciones multi-GPU para poder generar entornos realistas con frecuencias de actualización e imágenes por segundo cercanas a los 100Hz. Naturalmente, entre sus metas están el que sea compatible con un gran número de gafas de realidad virtual.

El SDK de LiquidVR en su primera versión ya está disponible para los desarrolladores.

Además, la compañía escondía una sorpresa en la demostración de esta tecnología junto a unas gafas Oculus Rift: el ordenador que movía el juego Showdown funcionaba con una tarjeta gráfica AMD Radeon R9 de gama "ultra-entusiasta" que todavía no ha sido anunciada.

Si recordamos los últimos rumores sobre la serie R9 300 de AMD, la R9 390X encaja perfectamente en esta definición gracias a sus memorias HBM, su impresionante ancho de banda y el sistema híbrido de refrigeración líquida que parece que llevará de serie.

Que esta tarjeta gráfica aparezca durante la presentación de LiquidVR no es casualidad, y es que las capacidades de procesamiento que se requieren para conseguir una experiencia lo más inmersiva posible aumentan exponencialmente si pasamos de un monitor plano a un sistema de realidad virtual como este.

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